MAZATLÁN._ Milán Santiago sonríe y los hoyos de su falta de dientes lo hacen parecer simpático. Está en la edad de la muda y parece que lo presume, pero no. Él es así, risueño.

Parece que la realidad en la que vive no lo golpea. Un entorno de pobreza y carencias, en las que soñar parece ser la única opción para encontrar un poco de felicidad.

Milán Santiago dice que sí cree que si le pide con fe, los Reyes Magos le van a traer la bicicleta tan anhelada. Una que no sea tan pequeña, aunque él sí lo es a pesar de sus 8 años, para poderla usar por muchos años.

“Mi mamá no me puede comprar regalos, pero los Reyes Magos sí pueden traerme una bicicleta, por eso se las pido a ellos”, dice Milán Santiago.

Milán Santiago cursa el segundo grado de primaria y ya anhela regresar a la escuela. Hace sus tareas a través de copias que su maestra la hace llegar y algunas veces la ve a través de su teléfono.

Pero en su casa no tienen Internet, los vecinos les prestan señal y apenas así puede estar en clases.

Milán Santiago Ruiz Martínez vive en la Calle Manuel M. Diéguez, en la Colonia Francisco Villa y espera que los Reyes Magos le cumplan su sueño de tener una bicicleta.