"Se refrescan en Concordia con la Feria del Raspado"

Todo comenzó en 1932, cuando don Jesús Pasos Camero buscaba una bebida para curarse la resaca en una calurosa mañana, como las que azotan en la región.

Le dijo a la mujer: vamos a hacer esto: ponte a cocer una leche, échale azúcar y bátele… Así surgió el original jarabe de leche quemada.

Y así lo hizo con los diferentes jarabes de ciruela, piña y otras frutas que se dan en los alrededores, relató el cronista Rigoberto Brito Osuna, durante la inauguración de la primera Feria del Raspado de Concordia este domingo, que logró reunir a cerca de 3 mil 500 personas en la plazuela del pueblo, principalmente de Mazatlán y los alrededores.

El alcalde Felipe Garzón destacó que el tradicional raspado se ha convertido en un símbolo de Concordia y un atractivo para el turismo regional y nacional.

"El raspado es una tradición que le ha dado nombre e identidad a nuestra bonita tierra de Concordia, por eso quiero reconocer a quienes se dedican a esta actividad, que se encuentra en vías de evolucionar a una visión de empresa", expresó durante el evento, que incluyó una muestra artesanal y gastronómica, amenizada por la banda San Sebastián.

Sigue la dulce historia

En la historia de los raspados de Concordia, se distinguen tres etapas: origen, consolidación y desarrollo. Es por ello que después de Don Chuy Pasos, llegaron otros empresarios de la localidad que dieron impulso y difusión a la receta de los dulces raspados de Concordia, que se caracterizan por un sabor excepcional.

Uno de ellos fue Agustín González Salazar, de Raspados “El Chimi”, quien lleva 54 años en la elaboración y comercio de los raspados concordenses, por lo que recibió un reconocimiento especial de parte del gobierno municipal y de la Secretaría de Turismo.

También fue reconocida Petrita Zamudio Pasos, nieta de don Chuy Pasos Camero, por continuar junto a su madre la labor y el sazón de su abuelo.

De Refresquería Teresita, recibió la misma distinción Teresa de Jesús Caro. Lo mismo que Reynalda Tostado Lizárraga, de Raspados Don Manuel; y de Raspados El Chimi sucursal Dámaso, Dámaso González Salazar.

Como parte de la celebración, los productores elaboraron un raspado gigante con cerca de 66 litros de hielo, 14 litros de jarabe, siete litros de ciruela y siete de leche quemada, que fue repartido de manera gratuita para deleite de los presentes. Por la tarde, la jornada concluyó con un espectáculo musical y una callejoneada por el Centro Histórico de Concordia.