"Tampoco nada sobre el distrito de riego que se ha pedido para la Presa Picachos"

No nada más la Presa Santa María, también las obras complementarias de la Presa Picachos se encuentran “trabadas” a casi tres meses de la visita del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador al sur de Sinaloa, quien se comprometió a la terminación de ambos proyectos en su sexenio.

Y en el caso de la Picachos, han pasado casi 10 años de la conclusión de la cortina y el desplazamiento de seis pueblos, sin que hasta ahora se hayan concluido ni el acueducto hacia Mazatlán ni los canales para la irrigación, con los que se espera incorporar 22 mil 500 hectáreas a la agricultura de riego.

Quien llamó a los productores a no rendirse fue el presidente de la Asociación de Agricultores del Río Presidio, Octavio Loaiza Torres.

“No nos podemos rendir en cuanto a esa infraestructura que está pendiente, la AARP nació con base en el distrito de riego, porque nosotros encabezamos como sector agrícola ese proyecto tan anhelado”, exhortó.

El empresario aseguró que los productores insistirán en las gestiones para que esa obra por fin se concrete, aunque reconoció que hasta ahora les ha faltado organización.

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El distrito de riego de la presa Picachos tiene un costo proyectado de unos 2 mil millones de pesos, que junto con el distrito de la presa Santa María, en Rosario, representaría más de 40 mil hectáreas de riego en el sur del estado.

Actualmente, en los valles alrededor del río Presidio se producen hortalizas, chile, frijol, maíz y sorgo, principalmente con el riego de temporal.

Precio del maíz podría animar al sur

Para Octavio Loaiza, fue positivo el resultado de las gestiones realizadas por agricultores sinaloenses al pasar a un precio de garantía de 3 mil 960 a 4 mil 150 pesos por tonelada de maíz.

En su perspectiva, esto podría impulsar el crecimiento de cultivos de este grano en el sur de Sinaloa, región que actualmente aporta un bajo porcentaje a la producción estatal, que es de aproximadamente 5 millones de toneladas anuales.

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“Sí nos anima porque es un aumento 200 pesos por tonelada, si cosechamos (por ejemplo) 12 toneladas por hectárea: un 4 mil 150 nos ayuda muchísimo; estamos contentos porque todas las organizaciones del estado se sumaron, no llegó a lo que queríamos (4 mil 500 pesos por tonelada), pero sí es muy bueno”, argumentó.

En cuanto a la política del gobierno federal de dar prioridad al sur y sureste del país, como zonas marginadas, el líder de la AARP se pronunció por implementar programas incluyentes que tampoco dejen fuera a quienes se han caracterizado como los principales productores de alimentos, en este caso los sinaloenses.

“No podemos castigar al estado que más produce a nivel nacional, al contrario, si queremos ser solventes en el programa de agroalimentos a nivel nacional, tenemos que apoyar a Sinaloa”, puntualizó.

Consideró que en muchos casos los productores arriesgan su patrimonio y adquieren deudas para poder sembrar, por lo que no es acertada la percepción de que todos los agricultores son de alto poder económico.