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"COLUMNA"

"Vértigo en línea: Amazona"

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Sigue sin haber buen cine en la cartelera culichi –si exceptuamos Roma (Cuarón, 2018), por supuesto-, así que hay refugiarse en los servicios de streaming, especialmente ahora en Filmin Latino (www.filminlatino.mx), sitio que pasó, en la misma semana, de estar desahuciado –la nueva directora de IMCINE, María Novaro, anunció que se cerraría- a ser rescatado in extremis, a partir de que hubo una fuerte reacción en redes sociales –que incluyó a figuras como Guillermo del Toro y Diego Luna- por su inminente desaparición. Total, que las “benditas redes sociales” –como dijera el clásico- logró un triunfo más.

En fin, más allá de estos tropezones de la Cuarta Transformación, lo cierto es que Filmin Latino sí ofrece material que no se puede encontrar en ningún otro lado, como es el caso de Amazona (Colombia, 2016), documental dirigido a cuatro manos por Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck.

Val Meikle es la amazona del título y vive, además, en el Amazonas colombiano. Muchos años atrás dejó esposo e hijos y se fue a vivir a la selva, libre y sin ataduras. Ahora, su hija embarazada y cineasta Clare y el marido de esta, Nicolás van Hemelryck, van tras ella para... ¿para qué? ¿Para interrogarla? ¿Para condenarla? ¿Para tratar de entenderla? Algo por el estilo.

La hija viaja en el tiempo y, apoyada por imágenes y películas familiares, nos cuenta la historia de su madre, una jovencita aventurera que algún día dejó la Gran Bretaña para vivir en Colombia, se casó, tuvo hijos, se divorció, se casó en segundas nupcias, siempre viviendo como quiso, siempre siéndole fiel a un "instinto de supervivencia" que, acaso, la propia hija/cineasta heredó.

El documental es una interesante reflexión sobre la maternidad y las obligaciones y demandas que plantea. Cierto momento clave resume el sentido del filme y de las elecciones que ha tomado Val a lo largo de su vida. Me refiero a la secuencia en la que vemos que la correosa anciana tiene a una gata que vive con ella en su casa de la selva. Cuando el felino acaba de parir, Val toma una de sus crías y se la da a una enorme víbora que vive en uno de los árboles cercanos. La imagen de la víbora deglutiendo el gatito es tan terrible como natural: la vida se apaga para unos, sigue para otros y hay que hacer lo que hay que hacer para seguir viviendo.

Comentarios: en la página web www.ernestodiezmartinez.com, en la cuenta de twitter @Diezmartinez y en el correo electrónico ernesto.diezmartinez@gmail.com. Patreon: https://www.patreon.com/diezmartinez

 

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