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"COLUMNA"

"Vértigo: ¡Te atrapé!"

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Los gringos lo conocen como “tag” pero, por lo menos por estos lares y en mi lejana infancia, le llamábamos “la roña”. Me refiero al juego de correr, tocar a uno de tus amigos, “pegarle la roña” y luego volver a correr para evitar que el sudodicho te tocara. El jueguito de marras se acababa cuando todos nos cansábamos… y, a la larga, cuando todos crecimos.  

 La premisa de ¡Te atrapé! (Tag, EU, 2018), dirigida por el realizador televisivo debutando en el cine Jeff Tomsic, parte del hecho de que una quinteta de amigos de la infancia se negó a crecer y sigue jugando a la “roña” a pesar de que ya pasan de los 40 años.    Esto da pie a lo que, por lo menos en el papel, podría haber sido una ingeniosa y energética comedia slapstick, pues la historia está centrada en que cuatro amigos se confabulan para irrumpir en la boda de Jerry (Jeremy Renner), el quinto camarada, quien permanece invicto ya que nunca ha sido tocado.  

 El problema es que ni el argumento escrito por Mark Steilen ni la torpe realización de Tomsic lograron crear un solo momento memorable de comedia física. Peor aún: los realizadores desperdiciaron un buen reparto, pues a los actores no les pidieron nada que no hayan hecho antes y mejor.    Por ejemplo, Jon Hamm interpreta otra versión más de su insustituible Don Draper de la teleserie Mad Men, Jeremy Renner es otra vez un invencible personaje de película de acción (solo que ahora perdido en una mala comedia) y Ed Helms encarna al mismo tipo clasemediero de siempre.  

 La única que se salva de la chamusquina es la insumergible Isla Fisher, genuinamente hilarante y trágicamente desperdiciada como la competitiva esposa de Helms, dispuesta a todo con tal de ganar.    Por si fuera poco, ¡Te atrapé! está siendo exhibida en esta ciudad con la gran mayoría de sus copias en versiones dobladas al español. Y como todos sabemos, si es un churro y está doblado al castellano, el filme es doblemente churro. 

   Un último detalle: como la película está basada, aunque usted no lo crea, en hechos reales, en los créditos finales vemos a los auténticos camaradas cuarentones que siguen jugando a la roña en nuestros días. No son cinco sino 10 y uno de ellos, de hecho, es sacerdote. Apuesto doble contra sencillo que la historia verdadera de esos 10 niños crecidos es más interesante y divertida que ¡Te atrapé! Comentarios: en la página web www.ernestodiezmartinez.com, en la cuenta de twitter @Diezmartinez y en el correo electrónico ernesto.diezmartinez@gmail.com

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