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"Maribel Chan"

"Vuelve su pasión por la cocina un rico 'caprichito'"

"La fundadora del restaurante El Caprichito celebra ocho años de existencia, con dos sucursales y que, aunque en estos momentos no operan igual por la alerta sanitaria, regresarán con innovaciones para sus clientes"

Culiacán._ Conocido por la calidad de su servicio y por brindar a sus comensales una mesa llena de sabores que conquistan el paladar con cada uno de sus platillos, en un ambiente casual y relajado, el restaurante El Caprichito Pizzas & Tapas, se ha posicionado en el gusto de la gente, quienes cumplen su capricho degustando una buena pizza gourmet, con ese toque especial que les distingue.

Al frente de este restaurante que nació hace ocho años está Maribel Chan Dorado, una sinaloense que en su deseo por trascender, se volvió una emprendedora al decidir llevar su pasión en la cocina a las calles de Culiacán.

“Mi inquietud fue siempre tener un negocio y de pronto se me ocurrió poner un restaurante, pero no sabía de qué, pero al final, las oportunidades te van llevando hasta donde estás, surgiendo la oportunidad de aprender en un restaurante de Tijuana, donde hacían pizzas, pastas y ensaladas, lugar donde estuve varios meses trabajando”.

Inicia su proyecto

Con todo el aprendizaje y experiencia obtenida, Maribel regresa a Culiacán, equipada con todo lo necesario para armar su negocio, abriendo en 2012 en el Paseo del Ángel su proyecto gastronómico al que llamó El Caprichito Pizzas & Tapas.

Recordó que empezó vendiendo pizzas por rebanadas acompañada de un tarro de cerveza, en un local pequeño, con una modesta barra, utilizando la banqueta como terraza, dirigiendo a 30 personas a su cargo, quienes se encargaban de brindar una buena experiencia gastronómica al comensal que circulaba por esa calle.

“Lo que yo quería con El Caprichito era ofrecer una innovadora propuesta gastronómica en Culiacán, porque consideraba estábamos muy limitados en opciones, por lo que junto al chef Daniel Soto, creamos un menú elaborado a bases de productos que no había en la región, por lo que importaban de otros lugares, difíciles de encontrar en supermercados locales, haciendo de esto, una opción más atractiva al comensal”, añade.

Entre los productos que ellos mismos cultivan están el orégano, perejil, albahaca, romero y arúgula, este último un ingrediente poco consumido y conocido en Culiacán, creando así un modelo de negocio con una propuesta gastronómica diferente, impulsando también el consumo de la copa de vino, algo que no se acostumbraba por el comensal promedio.

Fusión de sabores para el paladar

En un ambiente casual y relajado, El Caprichito da al comensal la oportunidad de disfrutar un menú que fusiona sabores capaces de conquistar al paladar más exigente, conformado también por tapas, ensaladas, carnes, baguettes, pastas, lasañas, sin faltar las pizzas.

Todo ello, cuidando la selección de los mejores ingredientes y vegetales frescos orgánicos para la elaboración de ellos y con el toque exquisito de las salsas, todas preparadas por el chef Daniel Soto, acompañado ya sea por una cerveza saborizada o una buena copa de vino.

“A los 15 días de haber abierto, tuvimos mucho éxito, siempre estaba lleno, con filas para entrar a comer. Este local se convirtió en nuestra escuela y hasta la fecha, seguimos aprendiendo, porque cometimos muchos errores, metimos la pata, pero esto nos sirvió para mejorar en todos los aspectos”, acepta.

El resultado de esto, dijo Chan Dorado, fue lograr posicionar la marca casi de manera inmediata, por lo que después de un año y medio, en 2013 decidieron cerrar ese local y abrir una nueva sucursal, esta vez en Montebello, donde además de degustar de su menú, se disfruta también una vista panorámica increíble de Culiacán.

“La sucursal Montebello se abrió con mucho esfuerzo, con una inversión muy grande, pero esta vez el lugar era más grande, con capacidad para 200 personas, por lo que se llenó al siguiente día de haber abierto y fue una locura, por la demanda tan grande que se originó”.

 

Enfrenta nuevos retos

El reto de esta nueva sucursal recordó Chan Dorado, fue lograr atender a un mayor número de comensales, así como el recuperar la inversión que se hizo para el negocio y reinvertirlo.

“Montebello nos preparó mucho más, esta vez de manera más organizada, creamos un organigrama de trabajo, nos permitió formalizarnos de una mejor manera, para empezar a trabajar ahora sí, como una empresa”.

Tras varios años de largo trabajo, la expansión llegó, abriendo en diciembre de 2019 una nueva sucursal, esta vez en la Isla Musala, sumando ya 70 empleados entre las dos sucursales.

La directora general comentó que a raíz de la alerta sanitaria, hoy uno de los objetivos es sobrevivir como empresa, ya que existe incertidumbre, y aunque el objetivo es seguir creciendo, en el camino surgen nuevas oportunidades.

“En estos momentos que estamos viviendo, para nosotros lo más importante es sobrevivir, y que hoy la modalidad del negocio no puede ser la misma a la que teníamos hace dos o tres años, ya que tenemos que reinventar el proceso de los productos, ventas, las estrategias a utilizar para poder sobrevivir”.

Llegan hasta los hogares

Ante tal situación, Chan Dorado señaló que echaron a andar un proyecto al que llamaron “Mercadito Caprichito” en el que el restaurante está ofreciendo toda la gama de productos que se elaboran ahí, desde la masa para hacer la pizza, salsas, chimichurri, albóndigas de carne, quesos ricota preparados, entre otros, vendiendolos a granel, ya sea por litros o medios litros para que los puedan preparar en casa.

También dijo, están ofertando productos del área de panadería, con una amplia de gama de opciones, todo esto con el objetivo de adaptarse a la nueva modalidad que se ha estado trabajando, esperando sobrevivir a la contingencia, adaptándose a las necesidades del mercado.

“Sabemos que la gente no puede venir, y no sabemos por cuánto tiempo más, sabemos que una fecha de reactivación, pero hay mucha incertidumbre, y mientras esto llega, queremos que nuestros clientes disfruten del sabor de El Caprichito en sus casas”.

Vive sus logros

Con ocho años de existencia en el mercado, señaló que ha representado para ella una etapa de retos, pero también de logros y satisfacciones, recibiendo en estos casi 10 años, un mayor conocimiento en la operación, así como reconocer cuáles son las fortalezas y debilidades del restaurante para mejorarlas y seguir creciendo.

“En estos momentos mi trabajo es encontrar soluciones, e ir encaminando al restaurante hacia la dirección a la que vamos, resolviendo en el camino todo lo que se vaya presentando, lo importante es que seguimos aquí, creo que la pasión que tengo por hacer lo que hago me hace pensar que esto será un negocio exitoso, esto es un caprichito para mí”.

Consideró que aún con la contingencia, como empresaria podrá levantarse, con la oportunidad de reinventarse de nuevo, sobre todo porque le gusta innovar y seguir aprendiendo.

“La mejor satisfacción que me ha dejado esta faceta de empresaria ha sido el reconocimiento de nuestros clientes, de mi equipo de trabajo, creo que el servicio del restaurante y de nuestra cocina no es del todo perfecto, pero trabajamos en ello, para que así sea, y creo que no hay mejor satisfacción para un restaurantero, que ver a un cliente satisfecho”.

“La mejor satisfacción que me ha dejado esta faceta de empresaria ha sido el reconocimiento de nuestros clientes...".

Maribel Chan

Empresaria

 

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