"Y así, esos niños extraordinarios, conocieron el mar en Mazatlán"
Por un momento no se pensó en médicos ni en hospitales. No se pensó en el dolor. En ese momento únicamente olía a sal, y en frente, el océano más grande del mundo.
Fue así como 14 niños de Guanajuato conocieron el mar; niños extraordinarios, como todos, pero con la diferencia de que ellos son víctimas de enfermedades como VIH, cáncer, o síndromes aún sin nombre para la medicina.
En ciertos casos, niños en etapa terminal.
“¡Qué grande!”, dijo uno de los niños cuando le presentaron la inmensidad del mar.
Delia Zúñiga, directora de la fundación 100 sueños por cumplir, y una de las responsables del proyecto, explicó que conocer el mar es la primer respuesta cuando se le preguntan a los niños qué es lo que quisieran hacer.
Por ello, la fundación con presencia en ocho estados de la República trabaja de la mano con padres de familia de niños en situación crítica, con desarrollos turísticos como Hotel El Cid, con agencias de viaje, y con hombres y mujeres comunes que dejan de trabajar para ponerse una capa, un vestido de princesa, una nariz de payaso y crear lo increíble.
La idea era conocer el mar el lunes que llegaron a Mazatlán, pero se reprogramó la agenda porque el sol no esperó.
Esta mañana, sin embargo, aprovecharon una liberación de tortugas ya programada en su agenda y conocieron lo que hasta el momento sólo conocían en televisión.
“A ellos les gusta mucho, es un sueño, para ellos es salir de donde están y conocer algo que no conocían, hacer que pasen un momento agradable”, dijo la directora de la fundación.
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