"Implican a detenidos en otros plagios y homicidio"

Una nueva orden de aprehensión les fue girada a dos presuntos integrantes de la gavilla que dirige el fugitivo Ramón Gallardo Campista, "El Gato", acusados de participar en el secuestro de dos agricultores y la muerte de uno de ellos, el año pasado en San Ignacio.
Se trata de Juan José Vega Vidaca, de 21 años, y Jorge Quevedo Figueroa, "El Jorgillo", de 28, ambos originarios de Tayoltita, Elota, quienes según la fiscalía especializada están vinculados en el plagio de Abraham Vega Rochín e Ignacio Vega Millán, y el asesinato de éste último.
Esos sujetos ya se encontraban internos en la penitenciaría de Mazatlán.
El secuestro de ambas personas ocurrió el 8 de octubre de 2007 en El Platanar, San Ignacio, donde fueron interceptadas por un comando armado que los amenazó con fusiles y pistolas automáticas, y luego, ocultadas en una zona conocida como La Tranca.
Luego, los plagiarios establecieron contacto con la familia para exigirles 400 mil pesos por cada uno, y fue hasta el 14 de octubre cuando pagaron 100 mil por la liberación de las víctimas.
El primero fue liberado al día siguiente, pero el 17 del mismo mes fue hallado muerto Ignacio Vega Millán con un recado que rezaba "a este chango (sic) lo colgamos por no pagar el rescate... El Gato".
La UEA entró en acción y detuvo a los dos sujetos junto con otras seis personas el 18 de febrero de este año y los internó en el centro penitenciario del puerto.
El 7 de abril, agentes de la UEA cumplimentaron otra orden de arresto emitida por el juez Quinto en materia de Delitos Penales con sede en Mazatlán, dentro del proceso penal 23/2008, fecha 2 de abril de 2008.
El comandante "Julio", coordinador general de la unidad, informó que los prisioneros están vinculados en al menos cuatro plagios en la zona sur del estado.
Además, explicó que debido a que gran parte de las ganancias de los secuestros terminaban en poder de "El Gato", los hoy detenidos se separaron y formaron una banda denominada "Los Tlacuaches", quienes por su cuenta mataban a sus víctimas y dejaban mensajes escritos donde se culpaba a Gallardo Campista.