Vecinos de la Alcaldía Benito Juárez exigen dictamen oficial sobre agua contaminada de la Ciudad de México

Patricia Ramírez

Los vecinos de la alcaldía Benito Juárez cumplen un mes sin saber qué contenía el agua con olor a gasolina que salió de sus tuberías el pasado Sábado Santo. Las soluciones de las autoridades capitalinas han sido la clausura de un pozo en la alcaldía vecina Álvaro Obregón y el cierre preventivo de dos empresas químicas cercanas.

Aunque el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) concluyó tras una inspección que los vecinos pueden consumir agua “de buena calidad, apta para el uso y consumo humano, de acuerdo con lo establecido en la NOM-127-SSA1-2021”, los vecinos exigen un dictamen oficial por parte de esta dependencia sobre los componentes que registraron las muestras.

La indicación más reciente es que “purguen las tuberías” dejando correr el agua por 15 minutos, pero la medida no convence a las personas afectadas.

“Una solución efectiva para mí, mis vecinos y todas las zonas afectadas sería que dijeran exactamente lo que tenía (el agua) y a partir de ese diagnóstico se puedan tomar medidas”, señaló Ernesto Morales, residente afectado en la alcaldía Benito Juárez.

El 18 de abril Sacmex anunció que presentó una denuncia ante la Fiscalía capitalina para que realice una investigación en la que intervenga un perito oficial en materia ambiental para determinar las condiciones del agua extraída del pozo clausurado Alfonso XIII.

De manera independiente, durante el programa de radio AguaCero, que se transmite por la radio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la investigadora Judith Cardoso explicó que se hicieron pruebas en las que se encontró un ligero incremento en PH, aunque éste se encontraba dentro de los valores permitidos por la norma.

Causa Natura Media contactó a la investigadora Cardoso para obtener más información sobre los resultados, pero señaló no tener más información que la proporcionada en radio UAM.

El problema del agua contaminada en la Ciudad de México no es reciente. En 2022, la investigadora Cardoso habló de la presencia de metales pesados en el agua de la alcaldía Iztapalapa, durante el Seminario Perspectivas Universitarias: Agua, Ciencia y Tecnología, organizado por la UAM y la Universidad de Guanajuato ese año.

“El agua que llega a los hogares de la alcaldía Iztapalapa es de mala calidad debido a la presencia de metales pesados en los pozos de extracción, lo que lleva a su población a consumir agua embotellada cuya potabilidad tampoco está garantizada”, afirmó la académica de la UAM.

“Uno de los problemas es que de las dos mil 540 purificadoras que hay en la Ciudad de México, mil 110 están ubicadas en esta zona (Iztapalapa) –sin contar las “piratas”– y el agua tiene un alto contenido de arsénico, cromo, plomo, selenio, además de bacterias coliformes, por lo cual estos establecimientos no cumplen con la norma”, reconoció.

El problema del agua contaminada se puede generar por factores que van desde los hidrocarburos hasta los residuos, tanto en aguas superficiales como subterráneas.

Anteriormente la Red Nacional de Medición de la Calidad del Agua (Renameca) señaló que de los 4 mil 202 sitios monitoreados por la Comisión Nacional del Agua en todo el país, sólo el 41% cumplió con todos los indicadores que garantizan calidad libre de afectaciones.

Sin embargo, en la alcaldía Benito Juárez lo preocupante para sus residentes es que aún después de un mes no haya certeza de los componentes contaminantes y si estos tendrían impactos en la salud.

“Lo más importante (del problema) es que nadie nos está diciendo cómo entró ese contaminante y qué es”, agregó Ernesto Morales, quien recibió a Sacmex para que tomara muestreos de agua de su domicilio, pero a la fecha no tiene la información de los resultados.

*Esta nota fue publicada originalmente en Causa Natura Media.