"Ausubel, los conceptos y el aprendizaje significativo"

Cuando se les pregunta a los docentes por la enseñanza y el aprendizaje de conceptos, afloran respuestas vinculadas al tradicionalismo; generalmente, destacan el método de pregunta y respuesta para valorar si los alumnos han aprendido o no un determinado concepto; o ponderan la importancia de la aplicación de los exámenes tradicionales, los que en la realidad están atiborrados de preguntas reproductivas, en las cuales los alumnos no pueden aplicar los conceptos aprendidos.
Y es que, aún persiste una gran interrogante didáctica en relación con este tema: ¿Qué debemos enseñar en clases, para que los alumnos aprendan: definiciones o conceptos?
Con el objetivo de clarificar la respuesta a esta interrogante, los doctores Jesús Javier Vizcarra Brito, y quien le escribe, Bernardo Trimiño Quiala, Director e investigador titular, respectivamente, del Centro de Investigación e Innovación Educativa de Sistema Educativo Valladolid (CIINSEV); tuvimos la oportunidad de ser invitados a impartir los talleres: “La evaluación del aprendizaje conceptual en el salón de clases. Un enfoque no tradicional para su desarrollo” y “La enseñanza de conceptos en clases. Estrategias didácticas para un aprendizaje significativo de calidad”, como parte del XIII Congreso Internacional de Investigación y Docencia, auspiciado por la Universidad de Durango, y que fue realizado en la ciudad de Mazatlán entre los días 18 y 20 del mes en curso.
En estos talleres se asumieron como principal fundamento teórico las concepciones científicas y didácticas sostenidas por los mencionados doctores en su libro: “La enseñanza y el aprendizaje de conceptos. Estrategias didácticas para una educación de calidad”.
Relacionado con la interrogante anteriormente planteada, el contenido que más sobresalió en estos talleres fue precisamente el vinculado con la importancia que Ausubel le concedió al aprendizaje de conceptos, para alcanzar un aprendizaje significativo.
La afirmación anterior se sostiene en que la generalidad de los docentes participantes en ambos talleres, no reconoció que la teoría acerca de la significatividad del aprendizaje considera a los conceptos como las unidades cognitivas básicas del conocimiento; sin los cuales resulta muy difícil, alcanzar en la actualidad un aprendizaje significativo.
De ahí la importancia de que todos los involucrados directamente con la educación escolar, reconozcamos que llegó la hora de aplicar consecuentemente en la práctica la teoría acerca del aprendizaje significativo de Ausubel; y que dejemos, por siempre el dogma de enseñar mecánicamente las definiciones que aparecen en los libros de textos, este histórico mal didáctico, conlleva a un aprendizaje memorístico y reproductivo; el cual, si bien obtuvo determinados aciertos y éxitos en el pasado; hoy resulta totalmente insuficiente ante la avalancha de información, datos y conocimientos, que aportan el desarrollo científico contemporáneo y el masivo intercambio cultural que caracteriza al siglo XXI.
Por ello se hace necesario, actualizar los currículos de estudios en las instituciones formadoras de docentes; se debe incluir el necesario estudio de la Lógica, como disciplina académica en todas la carreras educativas y en todas sus variantes: desde la formal, pasando por la dialéctica y hasta llegar a la lógica difusa; esta última tan necesaria en la educación escolar.
En la planeación didáctica, se deben transformar los objetivos centrados en el que los alumnos aprendan definiciones, las que muchas veces resultan estériles para el conocimiento; por objetivos que permitan a los alumnos aprender y desarrollar conceptos propios; en otras palabras, debemos pasar en nuestras clases de la simple repetición de palabras, a profundizar en el conocimiento de lo interno, de las contradicciones, principios, leyes, así como de las causas y consecuencias de todos los objetos, procesos o fenómenos que se estudien.
Solamente el conocimiento a profundidad de los conceptos, como bases cognitivas esenciales del saber y facilitadores del desarrollo de la personalidad, permitirán que el proceso de enseñanza – aprendizaje sea verdaderamente significativo. Ausubel, tenía y tiene mucha razón, los conceptos son la unidad básica del conocimiento, son la imagen de la realidad en el pensar; por lo que nos legó este gran aporte teórico, nos corresponde a nosotros concretarlos, en día a día, de nuestras aulas.
El reto está planteado, actuemos profesionalmente y el aprendizaje de conceptos, así como el futuro de nuestras niñas y niños estará asegurado.