"'Exponer los restos es para lastimar aún más'"
El 23 de octubre fue encontrado un cráneo en el campo Las Mulas, entre los ejidos Buenos Aires y Balbuena, de la sindicatura de San Pedro. Sus características indicaban que era de un menor de edad.
Cinco días después, la Fiscalía General del Estado confirmaría que se trata de Dayana, la niña de 6 años de San Pedro desaparecida dese el 6 de junio.
"Si lo manejamos a nivel simbólico, ¿qué simbolizan las cosas? Es diferente dejar equis parte del cuerpo a dejar la cabeza o dejar el cráneo, porque algo que nos identifica socialmente de los demás es nuestro rostro, nuestra cabeza, nuestra cara, es un medio de identificación, es una cuestión simbólica", explicó Lilia Berenice Romero Sáncez, psiquiatra forense.
"El nivel de perversión, de maldad de la persona que puso el cráneo, de las personas que pusieron al cráneo, el nivel de maldad o de la intensión de lastimar a los demás es mayor al exponer el cráneo, porque es como decir 'tenías una hija completa, pues ya no la tienes completa, la tienes en pedazos' y el pedazo más representativo es la cabeza'", agregó.
Según los informes, Dayana fue raptada cuando se dirigía a la tienda cerca de su casa, por un hombre que conducía una camioneta.
"No fue al azar, pareciera que ya había una premeditación. La premeditación es desde cómo se elige a la víctima, en qué circunstancia se elige, es decir, tal vez el homicidio no fue solamente por ir en contra de la niña sino puede ser el punto vulnerable de la persona que realmente se quiere dañar que sería alguien de la familia", precisó Romero Sánchez.
Conforme a la información que se ha dado a conocer por la Fiscalía y mediante declaraciones a la prensa, el crimen podría ser para vengarse de alguien cercano a Dayana, refirió la experta.
"Es como decía, te lastimo a partir de lo que más te duele o lo que más duele que es un niño, es la parte más vulnerable, y eso de que dejaron el cuerpo a cielo abierto, dejan el cráneo que es la parte más representativa de una persona, es como darle más fuerza al componente de venganza", añadió.
"Cuando la venganza es premeditada, generalmente ubican a la víctima desde tiempo antes, investigan sus horarios, dónde vive, con qué arma o instrumento van a contar para quitarle la vida, finalmente es una forma de actuar más organizada", añadió.
Debido a las características del crimen, no se puede determinar si el criminal continuará atacando, determinó Romero Sánchez.
"En ese lugar y en ese estado (Sinaloa), y en otros lugares cercanos no hay homicidios parecidos en donde solamente se encuentra la cabeza de la víctima, o sea, no hay homicidios similares eso habla de un evento único, entonces, como no hay otros eventos similares no podemos determinar que la persona o las personas involucradas puedan volver a atacar", dijo.
Miedo colectivo
El crimen de Dayana cimbró a la comunidad, y la forma en como se desarrollaron los hechos marcará una pauta en el comportamiento del colectivo, comentó Romero Sánchez.
"Socialmente impacta en el miedo colectivo, y el miedo colectivo tiende a, ya sea los papás o los maestros como padres de familia, pues entren en una sobreprotección y en un miedo constante", detalló la psiquiatra forense.
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