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Literatura

Presenta Ronaldo González su libro ‘George Steiner: Entrar en sentido’

La obra fue comentada por el poeta Jean Turpy, en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario

La obra de George Steiner, asegura Ronaldo González Valdés, está marcada por la idea de que la tarea del crítico era encontrar el sentido y de ahí surgió el título de la obra que dedicó al pensador, crítico y teórico de la literatura y la traducción.

Al presentar su libro ‘George Steiner: Entrar en sentido’, en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, González Valdés reconoció que llegó tarde a la obra de este autor, pero quedó tan impresionado que se propuso leer todo.

El libro, destacó Ricardo Arredondo, que participó como moderador, ha tenido una relevancia tal que ha sido comentado en espacios como Letras Libres, Nexos El Universal, programas de tv, reseñas y comentarios por autores como Juan Villoro, Adolfo Castañón entre otros.

Lo acompañó como comentarista elpoeta Jean Turpy, recordó su amistad con Ronaldo González y la época en que compartieron cubículo en la facultad.

$!El autor, luego de la presentación.
El autor, luego de la presentación.

“Vi desfilar a muchos de sus estudiantes, buscando despejar dudas de autores, épocas, acontecimientos, narrativas del mundo. Tiempos buenos antes de la pandemia”, dijo.

“En ese sentido, el libro da cuenta del itinerario intelectual de uno de los críticos más acuciosos del pensamiento contemporáneos, un viaje por las aguas de un libro de gran calado, libros que van esparciendo su huella a cada paso, a todo lo largo y ancho de la historia.

Detalló que la estructura se conforma de una nota preliminar, el ensayo en forma de glosas, cuatro entradas sobre crítica y creación, lenguaje y crítica, post cultura y verdad y tiempo y un epílogo acerca de Ciorán y un índice alfabético.

Recordó su amistad con González Valdez desde mediados de los años 80, época en la que habían leído libros, tomado cursos, asistido a conferencias de inspiración marxista y que Nietzsche fue su punto de encuentro o territorio neutral, y cuando salían de esa zona iban a diferentes direcciones, pues uno leía a Heidegger y otro al surrealistas franceses y que antes de despedirse hablaban de Ciorán.

Ronaldo González compartió que conoció a George Steiner tardíamente, por el año 2006-2007, cuando Sigfrido Bañuelos y luego Turpy le acercaron dos libros de Steiner, En el castillo barba azul y Turpy el libro dedicado a la lingüística, traducción, interpretación e idea del lenguaje, Después de Babel.

$!La presentación se llevó a cabo en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario.
La presentación se llevó a cabo en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario.

“Por cierto un libro con dedicatoria, firmado por Steiner que desde luego era apócrifa, tardé un poquito para darme cuenta pero cuando me di cuenta... pero el entusiasmo nadie me lo quitó al principio, de hecho era una dedicatoria perpetrada por Turpy porque fue un crimen lo que hizo”.

Y fue tanto lo que el autor lo impresionó y con tanta profundidad que desde el primer momento se propuso leer toda su obra.

“Me hice de sus libros y en este vasto y profundo océano de la obra steineriana que se conoce como uno de los últimos polímatas, que es aquel que no puede ser definido porque su ejercicio escritural, académico, crítico, no puede ser definido por una sola vocación, abocarse a un solo campo disciplinario, artístico, de la crítica o ensayista, es uno de los últimos polímatas se nos fue hace poco más de un año, en marzo de 2014”.

Está por aparecer este libro, se estaba editando en españ y encontrarán en la redacción del verso que hablo como é como si estuviera vivo,

Comentó que se trata de un autor extraterritorial, tanto porque no respetaba fronteras entre los diferentes campos, disciplinas, artes y demás, como porque era un autor políglota, hablaba varios idiomas, venía de un familia proveniente de Viena, hablaba francés aprendió a leer en griego, leía en latón, italiano, inglés y otras lenguas.

Steiner, agregó, llevó a cabo su vida académica y consolidó su presencia en Europa, primero en Francia, luego como editor en The economics y posteriormente en la universidad de Cambridge.

“En todo ese tinglado tan variopinto encontré un común denominador en su obra y ese hallazgo no tan original porque en uno de sus ensayos él mismo dijo la tarea el crítico es entrar en sentido, y de ahí viene el título de este libro, que he dedicado a su obra, tan vasta y tan diversa”, apuntó.

“La búsqueda del sentido es lo que anima prácticamente toda la obra de Steiner, pero no se trata solo de la búsqueda de significado o propósito, sino de polemizar con las corrientes críticas contemporáneas que para él representaban un riesgo porque de algún modo tenían lazos, emparentaba con posturas relativistas extremas”.

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