‘Réquiem’ por el periodismo cultural en la FeliUAS

Un canto lúgubre fue el que entonaron Héctor Guardado, Azucena Manjarrez y José Ángel Leyva en la FeliUAS en la ponencia Periodismo Cultural en México, como parte de la Feria del Libro de la UAS.

Lastrados por el tiempo, la irrupción del Internet que asesina periódicos o les roba espacio para el arte, los promotores culturales “cantaron” la misma canción que habla de mejores tiempos pasados y pronostica el fin del periodismo cultural.

Héctor Guardado, quizá el más pesimista de los tres, criticó la pérdida del periodismo cultural en Mazatlán y Culiacán, y prefirió recordar la gran época del movimiento cultural mazatleco que permitió la reconstrucción del Teatro Ángela Peralta y el desarrollo del Centro Municipal de las Artes, como una época dorada que se ha ido diluyendo.

“Mazatlán y Culiacán han ido perdiendo periodismo cultural, que apenas prevalece en la Ciudad de México, donde todavía se cuidan los grandes espectáculos de arte: la danza, el teatro”, aseguró el periodista con 33 años de experiencia en el mundo de la cultura.

Azucena Manjarrez moderó la ponencia, pero tuvo espacio para recordar el Festival de las Artes que alguna vez y fugazmente permitió que Culiacán fuera la sede de un movimiento artístico de importancia.

El poeta José Ángel Leyva encontró una de las razones de la pérdida del periodismo cultural en la costumbre de presentar el entretenimiento como una forma de arte, lo que ha ido robando los espacios y los recursos al verdadero desarrollo artístico.

“Hay una lucha entre cultura y entretenimiento. Hay que separar lo que es arte”, dijo.

Guardado reforzó el comentario recordando los eventos de entretenimiento que organizan los institutos de cultura sinaloense, en lugar de promover las bellas artes.

“Presentar a Lupita D’alesio o a Raúl Di Blasio no es arte, es entretenimiento. A mí me duele que las instituciones culturales se dediquen a promover el entretenimiento”, opinó Guardado.

La pérdida de espacios en los periódicos, cada vez con menos páginas, también fue analizado por los ponentes, que se quejaron de la ausencia de recursos que van acabando con suplementos culturales y se van llenando de notas de entretenimiento.

Acaso faltó en el panel un invitado veinteañero, de esos que escriben blogs, tik toks, graban podcast o pintan bardas, para darnos cuenta que el periodismo cultural no ha desaparecido, simplemente se está transformando.