"Recuerdan al brillante y honesto periodista sinaloense, Herberto Sinagawa"

Los restos del cronista, historiador y periodista sinaloense, Herberto Sinagawa Montoya, comenzaron a ser velados por familiares y amigos cercanos la tarde de ayer.

Las exequias durarán hasta hoy, para despedirlo con una misa de cuerpo presente mañana a las 14:30 horas en las mismas instalaciones de la funeraria San Martín Montebello.

Entre las primeras personas que acudieron al servicio estaba Silvino Silva, director fundador de Noroeste, quien compartió la redacción con Herberto entre 1973 y 1974, cuando fungió como subdirector editorial.

“La figura que me queda y es el testimonio y es la herencia que deja a periodistas y a comunicadores, es no perder la objetividad, y pues vivir con honestidad para ser respetados por propios y extraños”, dijo Silva.

En el grupo también se encontró a Papik Ramírez, actual director del Instituto Sinaloense de Cultura, quien destacó los dotes literarios que Sinagawa logró destacar con investigaciones y textos creativos.

“Siempre fue un hombre íntegro, muy colaborativo, siempre estaba participando en condiciones honoríficas”, recordó Ramírez.

El funcionario lo catalogó como un pilar del periodismo en Sinaloa, porque destacó cuando no existía licenciatura ni estudios formales y Sinagawa, junto con otros cronistas, historiadores y escritores, se introdujeron en el periodismo.

“Formaron periodistas a nivel local y además formaron a una nueva generación de periodistas, que con mucho rigor siguen escribiendo”, expresó, “él como novelista también me tocó varias veces platicar con él, porque era un gran conversador, y creía lo que sostenía en su literatura, todos los antecedentes de la historia del estado”.

Recordó que, por ejemplo, su libro “El origen de la banda sinaloense” es “fundamental para entender el significado”.

“Hizo muchas muy buenas contribuciones de su parte y es un legado que habría que aquilatar, pierde Sinaloa una gran persona”, lamentó.

Gilberto Ceceña Ceceña, colaborador de Noroeste, recordó cómo fue trabajar con este personaje.

“Además de perder un amigo, perdimos a un gran maestro, al igual que con Don Adrián García Cortés, eran los últimos de los mohicanos, eran nuestros últimos grandes maestros, sin menospreciar a los que quedan por aquí”, recalcó.

“Así como Adrián ayudó a construir Noroeste, desde la asesoría técnica, profesional, Herberto nos enseñó la ética del periodismo, cuando él estuvo de subdirector del área editorial del periódico no era de rollo: verlo trabajar, verlo con esa humildad que él siempre transpiró, con esa capacidad de trabajar en equipo y esa ética, pues nos transmitió a todos una naturaleza diferente”.