Estaba la lumbre alta, había una nube completamente negra, que no se miraba: bombero

Cuando Kevin Eduardo Olivares Rodríguez, integrante del cuerpo de bomberos Vallado, llegó al incendio, la llamarada ya estaba en lo alto y tanto el humo como el fuego eran sofocantes.

Alrededor de las 13:00 horas, se dio aviso que por la calle Álvaro Obregón y Costerita, una empresa que maneja diésel provocó un incendio y se propagó por los yonkes que estaban cerca.

Ya estaban elementos de Protección Civil, Policía Municipal, Estatal, militares, Cruz Roja Mexicana y sobre todo, los bomberos, colaborando para cesar el fuego, porque al mismo tiempo tenían que evacuar a las personas que vivían cerca y regular por si pasaba algo extraordinario.

“Es un incendio bastante fuerte, ahora sí que nos sorprendió un poquito, pero es un incendio algo fuerte”, comentó.

“Estaba la lumbre alta, había una nube completamente negra que no se miraba. De hecho, yo creo que a un kilómetro de distancia no se alcanzaba a apreciar”, dijo.

El bombero indicó que les tomó por sorpresa tal acontecimiento, porque fue rápida la manera en que logró propagarse.

Estuvo en el lugar hasta que no pudo más y se alejó para descansar su cuerpo y llenar sus pulmones de un aire más limpio, aunque fuera al menos un poco.

“Mentalmente fuerte, porque estamos preparados para este tipo de ocasiones. En físico, cansado porque el equipo de respiración es algo pesado, pero bien, todo bien”, señaló.

Su cuerpo estaba cubierto de sudor, con tierra adherida a su piel y con aroma a quemado, pero dijo que se encontraba bien, porque cada semana los capacitan para cualquier tipo de emergencias.

“La preparación que tenemos ahora sí que nos ha llevado por buen camino”, puntualizó.

“Cada semana nos preparamos ante cualquier tipo de situación, en este caso, en emergencia como este tipo de incendios”, expresó el bombero.