Estaban en su casa porque no podían trasladarse a otro lado y una ambulancia los alejó del incendio
Bertha Alicia Mijares Padilla y sus padres, Nolberto Mijares Mendoza y Manuela Padilla, fueron unos de los primeros en enterarse del incendio, pero fueron de los últimos en salir de su domicilio.
Viven en una casa a 500 metros de donde ocurrió el incendio de esta tarde, que fue por la calle Álvaro Obregón y Costerita, en el que una empresa que maneja diésel provocó un incidente y se propagó por los yonkes que estaban cerca.
Vieron como de a poco se fueron intensificando las llamaradas y con ello, el calor sofocante y el humo que se colaba entre las ventanas del domicilio.
Manuela Padilla tiene artritis, por lo que se le dificulta el moverse fácilmente y su esposo, está postrado en una silla de ruedas. Su hija, que se encarga de ellos, mencionó que no tenían la manera de trasladarse a otro lado, por lo que no había otra opción que quedarse ahí.
Mijares Padilla indicó que de un momento a otro, su suerte cambió, pues un vecino que tenía el contacto de un policía le avisó de la situación y este, a su vez, envió a una ambulancia para trasladarlos a todos a una zona segura.
“La Cruz Roja nos trajo, nos iba a llevar a un domicilio para allá con una sobrina y dijeron que no había casi ambulancias y que al fin de cuentas aquí nos dejaron”, dijo.
“¿Cómo? No tenemos carro, no tenemos nada y entonces él llamó y la patrulla llamó a la ambulancia”, expresó Bertha Alicia.
Después, los llevaron fuera de la zona de peligro y atendieron a sus padres en el centro de control, porque se encontraban afectados.
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