Logra ex funcionario ligado al caso Tiburonario que suspendan orden de aprehensión... por el momento

José Abraham Sanz
16 noviembre 2018

"Sin embargo, el juez federal le ha negado la suspensión definitiva que buscaba a través de un amparo"

La orden de aprehensión que puso ante un juez a Dionisio Sánchez Félix, ex director de Control Administrativo de Obras Públicas, ha sido suspendida de manera provisional.

Sin embargo, el juez federal le ha negado la suspensión definitiva que buscaba a través de un amparo, después de haber sido vinculado a proceso por la acusación de la Fiscalía General del Estado de haber avalado licitaciones irregulares para dos obras del Tiburonario del Acuario de Mazatlán entre 2013 y 2016.

Según el expediente 898/2018, el pasado 14 de noviembre, la suspensión definitiva de la orden de aprehensión solicitada en el Juzgado Primero de Distrito por la defensa de Sánchez Félix fue negada.

Ex funcionario de Obras Públicas es acusado de avalar licitaciones irregulares para el Tiburonario de Mazatlán

El pasado 24 de octubre, Sánchez Félix fue detenido en la ciudad de México por una orden de aprehensión en su contra. Un día después fue presentado ante el juez en el Centro de Justicia Penal y Oral de la Zona Centro, fue vinculado y dejado en libertad para que llevara el proceso en su contra fuera de la celda.

La Fiscalía acusó a Sánchez Félix, ex director de Control Administrativo de la extinta Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de la administración de Mario López Valdez, de haber avalado con su firma contratos irregulares para la tercera y ultima etapa del Tiburonario de Mazatlán.

También ha sido llamado ante un juez José Luis Ulloa Miranda, ex jefe del Departamento de Seguimiento Documental de Contratos, de la misma dependencia, y aunque la Fiscalía no ha relevado nombres, sí ha confirmado en las audiencias que hay otros dos funcionarios involucrados.

Según la Fiscalía, Sánchez Félix, Ulloa Miranda y otros dos, avalaron una licitación irregular que resultó en la autorización de contratos a la empresa Osuna y Osuna Arquitectos, para la construcción de la tercera etapa de la obra en 2013, por 15 millones de pesos y a Grupo Ecosistemas de México en 2016, por 19 millones 640 mil pesos, pese a que ambas firmas no cumplían con la totalidad de las bases de la convocatoria y el reglamento de Obras Públicas.

El cardumen que colapsó el tiburonario