Es insuficiencia renal crónica problema de salud pública

Claudia Beltrán
10 junio 2018

"El paciente en el trascurso de su vida ha tenido alguno de los diagnósticos de enfermedad crónica no transmisible, como la diabetes, la presión alta, la obesidad, la dislipidemia, todos esos males que en Sinaloa están atacando grandemente, indicó"

La enfermedad renal crónica se está considerando un problema de salud pública porque los recursos económicos y humanos no están alcanzando para dar la atención que merece el paciente con ese diagnóstico, dijo María Mercedes Sotelo Corvera.

“Es una enfermedad que puede ser tratada a tiempo, en muchos de los casos ese daño crónico que pudiera desarrollarse lo podemos detener y que el paciente no llegue a las etapas de hemodiálisis”, dijo la directora de la Unidad de Hemodiálisis del Hospital General de Culiacán.

Sin embargo, indicó, no sucede así, porque tiene que haber una deficiencia de funcionamiento de más del 70 por ciento en los riñones para poder que el paciente empiece con problemas de tóxico en la sangre elevado, como urea, creatinina, anemia, desequilibrio ácido gástrico.

Todo eso, prosiguió, hace que el paciente se sienta mal y acuda al médico, entonces lo hace cuando el daño está bien establecido y los nefrólogos no pueden hacer nada, más que dar medicamentos, una dieta y decirles que a corto plazo va a requerir de la diálisis y trasplante.

La insuficiencia renal, explicó Sotelo Corvera, es cuando disminuye el índice de funcionamiento de los riñones.

Disminuye porque el paciente en el trascurso de su vida ha tenido alguno de los diagnósticos de enfermedad crónica no transmisible, como la diabetes, la presión alta, la obesidad, la dislipidemia, todos esos males que en Sinaloa están atacando grandemente, indicó.

Esas son las causas principales de insuficiencia renal y los riñones pueden dañarse de manera aguda y crónica, enfatizó.

“Si el paciente, por ejemplo, el diabético acudiera de manera programada a las citas y se involucrara en el tratamiento, ejercicio y todo lo que le diga el endocrinólogo, no tuviéramos tantos pacientes ahorita en mi consulta, en nefrología esperando a que no se llegue a la diálisis”.

Si el paciente hipertenso llevara su dieta baja en sal y se tomara los medicamentos retrasarían mucho la enfermedad renal crónica.

Los registros de insuficiencia renal crónica están muy mal en México, no hay datos fidedignos, y cada institución hace controles de grupo para inferir qué tan dañado está la población, manifestó.

“Necesitamos mantener un registro de los pacientes que tienen ya un daño para que las autoridades sepan qué tan mal vamos cada año”.

Sotelo Corvera expresó que los números han subido y si el año pasado consultaba tres nuevos casos, ahora atiende, seis, ocho.

Dijo que hay cinco etapas de disminución gradual del funcionamiento renal y todo depende que por exámenes de laboratorio se determine el porcentaje de funcionamiento.

De manera aguda hay una situación en la cual el paciente se ve involucrado y le afecta súbitamente el funcionamiento del riñón y por lo general esa falla puede ser recuperable tras una detección y tratamiento oportuno.

En la falla renal crónica, comentó la nefróloga, hay un daño progresivo y el paciente no se da cuenta porque no da síntomas tempranamente.