"360 grados"
Arturo Santamaría Gómez
1.360 grados son muchos, pero en una circunferencia no llevan a un punto extremo opuesto del inicial sino el retorno al mismo. Por esta razón es equivocado decir que un giro de 360 grados significa un cambio radical en la vida de una persona; hacerlo significaría regresar al mismo punto. La expresión correcta es: un giro radical de 180 grados, porque significaría que una persona pasaría de un extremo a otro.
Lo anterior viene a colación porque en numerosas ocasiones hemos leído en las diferentes secciones de Noroeste, tanto en Culiacán como en Mazatlán, que los reporteros y entrevistados hablan de giros de 360 grados en la vida de equis personaje, cuando deberían hablar de 180 grados.
Esto sucedió en la introducción a la entrevista que le hizo Claudia Peralta a Rosa María Ojeda, Nuestra Belleza México 2007. Así empezó Claudia su texto:
Aquel octubre de 2007 su vida dio un giro de 360 grados.
2.Hablando del mismo tema de las bellezas sinaloenses, aquí les comento que el artículo que publicó Noroeste hace quince días bajo el título de esta columna, con el relato de las reinas que se han relacionado con capos, fue recuperado por Javier Valdéz, corresponsal en Culiacán de La Jornada, el cual se publicó en primera plana del periódico capitalino. Bueno, pues al día siguiente en un programa radial de mitotes del espectáculo con origen en la Ciudad de México y que se transmite a todo el país, se retomó una vez más, al igual que el día miércoles en un programa del mismo corte en Mazatlán donde participa Rolando Arenas, columnista y editor de la sección Expresiones de Noroeste. Periodísticamente, tal hecho hablaría de la importancia de Noroeste y de La Jornada, pero créanme que no me produce ninguna alegría el haber contribuido a informar que Laura Zúñiga no fue la primera reina de belleza vinculada a los narcos y que la historia de las reinas-narcos es tan vieja que data de 1958.
3.Atrapado por los temas de la belleza femenina, aquí les entrego una interpretación del porque las reparaciones de zapatillas femeninas han salvado de la extinción a los remenderos, según nos cuenta el pequeño pero interesante reportaje de Claudia Beltrán intitulado Tacones que salvan negocios (Sección B, 31 de diciembre, 2008). El párrafo siguiente lo tomé de mi libro El Culto a las Reinas de Sinaloa y el Poder de la Belleza:
A partir de los años veinte (del siglo pasado), los movimientos cadenciosos de las mujeres en el mundo occidental se hicieron más sensualmente lentos cuando se adoptaron las zapatillas de tacón de aguja. La necesidad de mantener el equilibrio las obligó a dominar el paso lento y sinuoso; pero además el tacón alto y filoso por imperio de las leyes físicas le dio mayor firmeza y redondez a las nalgas, auxiliando de paso a las mujeres que deseaban más prominencia a los glúteos.
Con las zapatillas los pies, las piernas y las nalgas se tornan objetos de adorno particularmente deseables, pero al mismo tiempo, contribuyen al desamparo y a la dependencia de la mujer debido al frágil desequilibrio en el que se encuentran, Estas zapatillas presentan a la mujer más coqueta porque le dan un poco de más volumen a sus glúteos, pero sobre todo le dan una apariencia de mayor fragilidad al dar pasos cortos e inseguros, los cuales a su vez sugieren delicadeza, refinamiento y modestia.
Las mujeres sinaloenses, como seguramente muchas mujeres de otras partes del mundo, consideran que las zapatillas son más elegantes y formales, y por eso las calzan. En realidad, tales objetos complementan perfectamente con el culto a la belleza, a la seducción y a la femineidad culturalmente creada y establecida.
4.La señora María Antonieta Padilla, es una especie de heroína vial porque, según nos muestra el reportaje de Silber Meza del 28 de diciembre, tuvo la iniciativa, el valor y la civilidad suficientes para hacer cumplir el elemental reglamento vial de que los peatones tienen preferencia sobre los automotores en el cruce de una esquina.
La señora Padilla confeccionó su propio letrero donde les dice Alto a los conductores para que le permitan cruzar la calle con sus pequeños nietos. Lo notable es que la señora Padilla lo ha tenido que hacer a lo largo de ¡tres años!, y las autoridades de tránsito no han tomado ninguna medida para que el flujo lo conduzcan los oficiales.
No sé en cuántas ciudades del mundo los padres de familia toman en sus manos el control del cruce peatonal enfrente de las escuelas, pero es muy común en Estados Unidos e Inglaterra. En México lo he visto poco. En Culiacán lo desconozco, pero por lo menos en la escuela a donde asisten los nietos de la señora Padilla eso solo lo hace ella.
Desafortunadamente, Culiacán no destaca por su civilidad vial. Aquí las camionetas aparatosas son las dueñas de las calles. Platica un amigo culichi que se dedica al cultivo de las letras y la fina ironía que cuando va a Mazatlán desea regresar inmediatamente a Culiacán porque le desespera que los carros no circulen rápido, no se le avienten a la gente, no rechinen las llantas y que, lo peor, es que veces los conductores le ceden el paso a la gente. Eso sí es el colmo, dice este amigo, del cual no doy su nombre para que no lo acusen de traidor.
Una muestra reciente de la ausencia de educación vial lo vimos en el fatal accidente de esta semana, cuando murió una muchacha que salió despedida del auto por no traer puesto el cinturón de seguridad. Mediante un reportaje Noroeste demostró que poco más del 20 por ciento de los conductores que circulaban por el cruce de las Avenidas Obregón y Madero, en una muestra de casi cien personas, no se habían colocado el cinturón de seguridad.
Por cierto, los lectores recordarán que en el reportaje sobre el deficiente uso del cinturón de seguridad leímos que cuando a los conductores se les señalaba que no lo traían puesto la mayoría reaccionaba riéndose. ¿Por qué será que muchos mexicanos, y no tan sólo en Culiacán, cuando son evidenciados en una situación anómala o transgresora se ríen?, no se apenan e incluso con cinismo presumen su falta, como lo hizo la persona que fue retratada por el fotógrafo de Noroeste en el cruce de las calles mencionadas. ¿Además del cinismo hay algo más?
5.El premio Bimbo de Nutrición 2008 que obtuvo un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas de la UAS, muestra que uno de los campos donde más destacan los científicos mexicanos es en el de la nutrición, lo cual, a su vez, revela una constante preocupación social en un país con tantas carencias alimenticias.
El grupo de científicos coordinados por el Dr. Cuauhtémoc Reyes produjo un atole enriquecido con proteínas y aminoácidos con el objetivo de mejorar la dieta de los niños sinaloenses, y mexicanos en general.
El esfuerzo y el trabajo de estos destacados científicos sinaloenses nos dan un ejemplo de la ruta por donde transitan muchas investigaciones que se realizan en las universidades mexicanas: buscar la solución de los grandes problemas nacionales, tales como el de la pobreza alimenticia de millones de personas en nuestro país.
6.Nadie puede estar en desacuerdo en que la lengua inglesa es de una enorme utilidad para la obtención de información en los terrenos de la ciencia, la cultura, la política, la economía y el comercio internacionales. En lo personal, impulso a mis alumnos a que la estudien y la dominen. En mis trabajos académicos, los libros escritos en inglés son imprescindibles y la comunicación con muchos colegas no se puede dar sin esa lengua, pero no deja de sorprenderme y molestarme, perdónenme que lo confiese, que en ciertos círculos sociales, sobre todo de las clases medias y altas, hablen y escriban en spanglish en su vida cotidiana. Es desarmante ver la debilidad que exhiben por usar expresiones en inglés cuando es totalmente innecesario hacerlo. Leo en el número más reciente del suplemento ¡Ora Pues! ( 1 de enero de 2009), que en lugar de decir Fiesta de Navidad, la cabeza de una nota dice Christmas Party, y en otra nota se habla de un mega reventón de After XChristmas.
Sabemos que muchos chavos en México utilizan esas expresiones cotidianamente, ¿pero será necesario que el periódico las reproduzca alegremente?
La inclinación que hay en México por lo extranjero es proverbial y de muchos siglos. ¿Por qué no seremos capaces de conocer otras culturas y lenguas, incluso admirándolas y respetándolas, sin imitarlas grotescamente?
Sé que a algunos lectores no les gustarán mis comentarios y calificativos para referirme a este tema en el que he caído con frecuencia, pero me parece una ofensa a nuestra lengua y a nuestra cultura que se conceda un mayor estatus al uso de expresiones en inglés que las propias del español.
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