"'A río revuelto...'"
A río revuelto en Sanalona, ganancias de pescadores...
Con las primeras lluvias y en etapa de veda, la producción es abundante. Especies que ni "por asomo" pescarían en un día normal de pesca, ahora las tienen al alcance de la mano.
Los sedimentos revueltos por las primeras avenidas "enyerban" bagres y lobinas. En las orillas los peces salen "atarantados" por el lodo que se les sedimenta en las agallas y buscan el oxígeno.
Lobinas de hasta 5 kilos y bagres que rebasan los 20 flotan moribundos en la superficie, y son presa fácil de los pescadores y familias que ven calva la oportunidad.
"Se muere porque se encochina el agua cuando crecen los ríos", dice Rufino López.
El pescador informa que la veda se impuso en mayo, pero no es de "cristianos" desaprovechar la ocasión para hacerse de unos pesos con la venta del pescado que se "enyerba" con el agua revuelta.
"Venimos para que no se pierda el pescado", continúa, "vale más agarrar de perdida para las tortillas y no que se desperdicie. Al cabo de todas maneras se va a morir".
La cuenca se puebla de pescadores de ocasión. Garrote en mano acecha la orilla. Los peces quedan varados en la superficie o flotan moribundos. Son animales fabulosos, arrastrados por las avenidas, que vienen a morir en las orillas.
La veda boicoteada por la naturaleza.
La captura es una fiesta. Gritos para anunciar la ubicación de un pez o el golpe sordo del garrote que inmoviliza a las especies.
"Como estaba bien seco el charco", comenta Rufino López, "se encochina el agua y la lobina se levanta y se muere. Es lo que pasa".
La de Sanalona es una presa que va tomando cuerpo. Las costras de tierra seca se van humedeciendo y restaurando la vegetación que reverdece la mirada.
Embarcaciones con bagres de tamaños colosales que mueren en estertores; lobinas de verde tornasol que yacen inermes en el piso de las pangas.
La cuenca es una verbena. Muchachos costal en mano en un cerrar de ojos le dan cuerpo y volumen con los peces que por la boca hoy no mueren.
"Pues sacar pa' la maseca, como luego dicen. De perdida", expresa Ramón Ramírez, el pescador que vino del mar.
La mojarra es la única especie que mejor libra el agua revuelta. Pocos son los ejemplares que se observan en los contenedores.
El rastrojo comienza en la mañana cuando las aguas están turbias. En el área de turbinas flotan peces que murieron asfixiados.
"Se enyerban con lo mismo cochino del lodo. Se atarantan y se mueren muchos", explica Óscar.
Los pescadores vislumbran un panorama similar al de otros años, una vez que las aguas se sedimenten y se levante la veda en agosto.
"Cuando sale pa' puro estar comiendo, pa' la familia nomás. Porque pa´ hacer dinero, no se hace aquí..." subraya Rufino López.