"Abandonan sus invasiones"

HÉCTOR CONTRERAS

La invasión Ampliación 7 de Abril, en Villa Unión, luce ahora abandonada. A escasos meses de que llegaran a asentarse varias decenas de personas demarcando un terreno por su necesidad de vivienda, el territorio sólo luce dividido por alambres de púas y algunas cuantas endebles estructuras ocupadas por menos de cinco familias.
En el lugar sólo quedan algunas incipientes casas de lona, sábanas o teja de lámina. En una de las pocas habitadas, Aracela Maldonado, de 68 años, quien llegó de San Luis Río Colorado, busca en Villa Unión una oportunidad de subsistencia.
En su improvisada carpa de lona, en la que viven sus cuatro nietos y su hija, no tienen agua, ni luz, ni drenaje. Un hoyo espera ser convertido en fosa séptica.
Una improvisada hornilla es la que utiliza para calentar sus alimentos. Asegura que invadió porque no tiene a donde ir, a su hija la casa en la que vivía se la están pidiendo y no pueden pagar una renta.
Pero en las demás, la delimitación de los terrenos está elaborada con alambres de púa con precisión. Aseguran que el dueño de los terrenos ya se ha acercado para buscar una negociación.
En la colonia aledaña tuvo que mudarse Evangelina Ávila Ruiz, en una muy incipiente habitación de pedazos de lámina y lonas donde vive con sus dos nietos y sus dos nueras. La más joven, Jessica Covarrubias, tiene tan sólo 14 años, perdió a un hijo y ya está embarazada nuevamente. El terreno se los prestó uno de sus hijos mientras se soluciona su terreno en la otra invasión.
Aunque queda en duda si todos realmente necesitan un terreno al no vivir ahí, otra vecina de la colonia invadió un terreno para poner una modesta tienda de abarrotes, para los otros invasores.
En la Colonia Agustina Ramírez, contigua a la invasión, Julio César Sánchez, trabajador de una guanera, logró conveniar el pago de su terreno de 7 por 20 metros con un pago de 12 mil pesos en abonos. Pagará 500 pesos mensuales, mientras su sueldo mensual es de 2 mil 800 para mantener a su esposa y a su hija.
Él también llegó como invasor a la zona, pero avizora que es la única forma de hacerse de una casa. Algunos por necesidad, otros parecen sólo haber amarrado un terreno para tener una propiedad.