"'Adultos, incapaces de manejar frustración'"

"La violencia en la 'educación' de los hijos puede ser vista como un método tradicional que ha pasado de generación en generación en familias, sin embargo esto no ayuda a mejorar la conducta de los menores, dice especialista"
15/11/2015 06:23

    CULIACÁN._ La especialista en sicoterapia cognitivo conductual, Elena Gómez-Llanos Osuna, aseguró que la creciente estadística de violencia infanticida hacia los menores en Sinaloa, se debe en gran medida a la incapacidad de estos adultos de manejar la frustración generada en ocasiones por la incapacidad de control total que existe hacia los menores.

    Señaló que los menores no son personas que puedan hacer todo lo que un adulto, en este caso sus padres o cuidadores desean, razón por la que deciden utilizar métodos de violencia u agresión con los que ellos creen, los están educando y enseñando a obedecer.

    "Recurren a los golpes, recurren al castigo como método, no para enseñar al niño porque los niños no aprenden de esa manera, entonces esa es una idea como completamente errónea, sino como método de descargar el enojo que les genera la frustración de que no se esté haciendo lo que el adulto quiere", dijo.

    La experta, que ejerce en el Instituto Jalisciense de Psicoterapia Cognitivo Conductual manifestó que la violencia en la "educación" de los hijos e hijas puede ser vista como un método tradicional que ha pasado de generación en generación en las familias, sin embargo esto no ayuda a mejorar la conducta de los menores, sino que al contrario se llega a tener serias repercusiones que en casos como los vistos, terminan en la muerte.

    "Son cosas que los adultos que llegan a este grado han aprendido y que lo vivieron con sus propios padres o con sus propios criadores y que están repitiéndolo simple y sencillamente porque esto es lo que aprendieron sin tener la conciencia de hacer algo diferente", comentó.

    Para aquellos menores que logran crecer sin que a sus padres "se les pase la mano", la sicoterapeuta señaló que vienen repercusiones que pueden irse a extremos muy distintos, siendo una de ellas que el o la menor crezca con un autoconcepto muy deteriorado, que no tengan capacidad de opinión, ni de expresar lo que sienten o necesitan, buscando siempre no llamar la atención para así "evitar ser agredidos".

    Por otro lado es muy probable también que se creen jóvenes o adultos altamente violentos, que buscan que se haga lo que ellos quieren y que si esta no sucede hacen uso de la misma violencia para someter a los más débiles, repitiendo lo que sus padres hacían.

    Gómez-Llanos Osuna resaltó que indudablemente la falta de valores tiene mucho que ver con esta clase de comportamientos en los padres, madres o "cuidadores" de los menores, ya que gran parte de los problemas sociales y sicológicos yacen en la falta de una formación familiar que refuerce esta área de la vida.

    "Sin duda alguna esto es un asunto de valores, muchos de los problemas no sólo sociales sino sicológicos tienen que ver con la familia, con la conciencia de hacer algo diferente", manifestó.

    Agregó que es necesario tomar las medidas necesarias para que estos casos no queden impunes bajo ningún área posible, desde lo legal hasta lo sicológico y moral, ya que de otra manera sólo ayudarán a reproducirlos. 


    "Recurren a los golpes, recurren al castigo como método, no para enseñar al niño porque los niños no aprenden de esa manera, entonces esa es una idea como completamente errónea...".
    Elena Gómez Llanos
    Especialista