"Agua, sinónimo de vida"
Aunque no se suele considerar al agua como parte esencial de la dieta, en realidad es de lo más importante: es posible vivir sin alimentos por semanas, incluso meses, pero se puede morir en unos cuantos días si no se ingiere el vital líquido que forma más de las dos terceras partes del cuerpo humano.
No sólo recorre inmensos caminos por valles y montañas, a través de los cielos y a lo largo y ancho del océano; de manera similar, el agua actúa y viaja por todo el organismo cumpliendo todo tipo de funciones: es excelente solvente para muchos elementos, por lo que interviene en diversas reacciones químicas del cuerpo y se usa en el transporte de varias sustancias: oxígeno, nutrimentos, hormonas, enzimas, dióxido de carbono y otros productos de desecho.
Asimismo, este líquido actúa como "cojín" y protege órganos importantes del cuerpo, actúa como lubricante en las articulaciones, mantiene húmedos los ojos a través del parpadeo y es un constituyente de la piel, a la que mantiene suave evitando que se reseque y se agriete.
Por si fuera poco, también sirve para conservar la temperatura normal del cuerpo, es de gran importancia para que el cerebro funcione correctamente y contribuye al trabajo adecuado de los pulmones. Además, es necesaria para ingerir alimentos y forma 90 por ciento del plasma sanguíneo.
Fuente: saludymedicinas.com
'Aguas' con beber pocos líquidos
Puedes saber si tomas suficiente agua observando tu orina, ya que si se excreta una gran cantidad y es de color claro, entonces puedes decir que ingieres suficiente agua; en cambio, cuando se expulsa pequeña cantidad, oscura o con olor muy intenso, la cantidad que se bebe del líquido es inadecuada.
Una primera señal de falta de agua es carácter irritable o cambios de temperamento; esto debido a que las cerca de 40 mil millones de células cerebrales están formadas en su 70 por ciento del vital líquido, y al comenzar a faltar se pierde la capacidad de pensar clara y funcionalmente.
Además, el consumo de este elemento es importante durante la terapia que sigue una persona enferma, ya que beber agua estimula el adecuado funcionamiento del sistema inmune, facilita la excreción de sustancias tóxicas y permite que las células de defensa y mucosas se encuentren en buenas condiciones. Ayuda a combatir fiebre y aceleración del metabolismo.
El agua previene posibles alteraciones en el organismo, ya que ayuda a evitar infecciones de vejiga, durante la transpiración desecha sustancias que son nocivas para el cuerpo.
Cómo tomar más agua
Si una persona no consume las cantidades de líquido que su organismo requiere, le parecerá imposible habituarse, pero no es así; para ello, aquí tienes los siguientes consejos para adquirir un buen hábito:
n Inicia cada mañana bebien-do dos vasos de agua tibia.
n Bebe dos vasos más entre desayuno y almuerzo, e idéntica dosis entre comida y cena.
n Durante la noche, mientras realizas alguna actividad, ingiere dos vasos más.
n Si intentas perder peso, toma un vaso de agua si sientes hambre, calmará el apetito.
n Bebe líquidos cercanos a tu temperatura corporal; no consumas bebidas frías con tus alimentos, esto disminuye la cantidad de sangre que fluye al estómago y forza el proceso de asimilación de nutrientes.
n Procura beber agua purificada embotellada. El líquido con cloro elimina gérmenes, pero también reduce el colesterol benéfico e incrementa el dañino, en tanto que los filtros no eliminan todas las bacterias.
n Por último, considera que el consumo razo-nable de este elemento es necesario en cualquier época del año para que sea renovado en el organismo y circule adecuadamente, permitiendo conservar de esta manera excelente salud.
PÉRDIDA DE AGUA
El organismo pierde agua diariamente de varias formas, siempre obedeciendo a distintas funciones:
Mediante la eliminación de orina
A través de la piel al sudar
Al respirar y hablar
Al expulsar materia fecal
Ilustración: Noroeste /Choper Nawers