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"RecuperArte"

"Antídoto para el olvido"

"Desde hace poco más de un año, el programa ha llegado a las casetas abandonadas para mostrar a los niños otras formas de vida"
15/11/2015 09:05

    CULIACÁN._ Decir que son como islas separadas del continente no es una exageración. El silencio, las calles que serpentean entre las piedras y la maleza no dirán lo contrario. 

    Mucho menos cuando a simple vista pareciera que ahí no pasa nada, salvo que los sonidos de una sirena de ambulancia, anuncien que algo no ha salido bien. 

    Las colonias 10 Mayo, Buenos Aires, 5 de Mayo, Rosario Uzárraga parecieran espacios fantasmas, donde el miedo y el olvido asoma. 

    La mayoría de las familias tienen que conformarse con aquello que está sólo a su alcance: la televisión y toda la estela que la cultura del narco les ha legado. 

    Porque aquí de eso es de lo que se habla, de lo que se vive y muchas veces a lo que se aspira... pero eso desde hace poco más de un año se ha intentado cambiar. 

    Alejandro López ha sido uno de los impulsores del programa RecuperArte, que llegó para quedarse y lo recuerda así: "Esta caseta que ahora se ve era monte, un espacio olvidado, abandonado y nicho de drogadicción". 

    Ahora luce diferente: pintas realizadas por voluntarios, poemas, libros, risas, niños, cultura propiciada por un grupo de ciudadanos interesados en contagiar a los otros.

    Dignificar espacios

    El actor y director de teatro recuerda que cuando llegaron a rescatar las casetas abandonadas, en dichas colonias, parecían ser como islas desoladas. 

    Por eso llegaron con talleres de lectura, pintura, inglés, poesía, teatro, cocina, jornadas de limpieza para mostrarles a los habitantes que la vida podía ser de otra manera. 

    Y contra todo pronóstico lograron unir a los colonos para realizar jornadas de limpieza, entonces la visión fue otra y eso les ha permitido hacer lo mismo en Aguaruto, el de la ciudad, el Teatro Griego, Villa Juárez, San Ignacio, Ciudad Obregón. 

    "En este tiempo yo sí creo que los asistentes a los talleres se han dado cuenta que hay otros mundos, otras formas de vivir, no nada más lo que les llega encendiendo la televisión", asegura López. 

    "Hemos logrado hacer contrapeso con la narco cultura, a lo niños les queda muy claro que se puede vivir mejor". 

    López cuenta que se pensó en un inicio rescatar toda caseta abandonado, cuya utilidad había quedado desfasada, para dignificar a las colonias y a sus habitantes. 

    "Muchos pensaron que esta labor no llegaría al año, pero como todos habíamos estado en movimientos, ya sabíamos de qué se trataba y seguimos en esto, ahora estamos dignificando los espacios y las actividades no paran", subraya.

    'Eran como islas'

    En esta ciudad que hasta la semana pasada contó más de 608 personas asesinadas, las colonias marginales según López siempre se ha vivido al margen de la cultura. 

    Lo que un grupo de más de 30 voluntarios sin apoyos oficiales, ha logrado es sembrar esa semilla, que no tardará en rendir frutos. 

    "Estas colonias son como islas, separadas del continente de la cultura, siempre al margen, fuera de los programas oficiales", señala Alejandro López. 

    "Todos estos niños no tenían contacto con el arte, pero el arte tiene la cualidad de atravesarte a través de los ojos, los oídos... de las vibraciones del cuerpo". 

    "Y así como decimos los artistas, con lo que se hace semanalmente en las casetas tratamos de tocar el corazón". 

    Esta labor asegura que no ha sido fácil, siempre es un reto llegar a un espacio donde lo que ha imperado son otras situaciones. 

    "Desafortunadamente nuestra sociedad se ha llenado de una apatía terrible y eso ha hecho difícil generar esa energía de unión, pero que poco a poco hemos ido logrando".

    Aquí estamos

    Dante Aguilera, otro de integrante activo del colectivo Sin Nombre, señala que el siguiente paso será volver sustentables los espacios. 

    Dice que económicamente no se requiere de mucho para que los techos sean jardínes, la luz sea solar, entre otros aspiraciones que pudiera paracer sueños, pero se vale soñar. 

    Mientras enseña la perspectiva del dibujo a unos cuantos niños de la colonia 10 de Mayo, lo que ahí se mueve es otra energía, la de niños que han encontrado fuera de las escuelas oficiales otra formación, la de la vida. 

    José Fernando, Tomás, Clarissa han estado ahí desde que el programa inció. Poco faltan y sus talentos han emergido. 

    Antes, sólo veían televisión y de manera ocasional salían a jugar a las calles, donde la constante era la violencia, pero ahora no. 

    José Fernando, de 11 años, asegura que su vida, si así puede decirlo, es otra; ya no pelea con sus hermanos y está seguro que al menos el aburrimiento no lo alcanza. 

    Y entre sus conocimientos recuerda los malavares, la pintura, el dibujo, reciclaje, la escritura. 

    "Al menos yo me he desaburrido un poco, antes me la pasaba en la casa sin hacer nada, pero ahora me mantengo ocupado, yo y cuatro hermanos más aquí estamos todas las semanas, no faltamos", remarca. 

    Como él, el resto de los asistentes hablará de sus experiencias con el arte, ese que ahora ya es parte de sus vidas. 


    "Hemos logrado hacer contrapeso con la cultura del narco, a lo niños les queda muy claro que se puede vivir mejor".

    Alejandro López

    Activista

    "...antes me la pasaba en la casa sin hacer nada, pero ahora me mantengo ocupado, yo y cuatro hermanos más aquí estamos todas las semanas, no faltamos".

    José Fernando
    Menor asistente