A pesar de no contar con ningún tipo de subsidio del Gobierno, ni el espacio adecuado, el Acuario Mazatlán atiende a especies animales de diferente tipo que la Profepa asegura a personas que no acreditan su legal posesión.
Desde hace nueve meses tiene a resguardo un lote de más de 100 pericos de diferentes tipos que fueron decomisados el año pasado por la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, por haber sido capturados de forma ilegal.
"Del reciente decomiso, ocurrido en Culiacán, no recibimos ninguna ave, las que tenemos fueron asegurados en junio del año pasado y están a resguardo, no son propiedad de Acuario", aclaró el director del Acuario, Eliézer Zúñiga Guajardo.
El funcionario municipal manifestó que el restablecimiento de las aves y su manutención implica gastos importantes para la institución, sin embargo se hace como una forma de colaborar con la preservación de la fauna silvestre.
Los citácidos reciben todos los cuidados que necesitan para su sobrevivencia en el Hospital de Fauna Silvestre, sin embargo el espacio ya es insuficiente y algunos de ellos no pueden ser liberados porque no sobrevivirían en su medio natural, dijo.
"Sería muy conveniente para Acuario que Profepa nos dieran un apoyo, pero normalmente no tienen presupuesto, hay que aceptarlo, a veces no hay ni para la gasolina, pero nosotros lo hacemos como apoyo", añadió.
Las aves que son aseguradas por la autoridad llegan al Hospital de Fauna Silvestre enfermas y deshidratadas, debido a los malos tratos que recibieron durante su captura y transportación ilegal.
La veterinaria zootecnista Luz María Maldonado Mata explicó que por lo general las aves están inmunodeprimidas y deshidratadas, lo que las hace fácil presa de enfermedades infecciosas y micóticas, lo que complica sus cuidados.
El Hospital de Fauna Silvestre opera desde hace varios años para atender a toda clase de animales, como reptiles, aves, mamíferos, que requieren atención médica especializada y la gente los lleva al Acuario.
Muchos de los pacientes fueron asegurados a traficantes de especies, como es el caso de los pericos y loros, algunos cocodrilos e iguanas; otros fueron sacados de su medio natural y adoptados como mascotas.
Mas el problema de las "mascotas silvestres" es que generalmente al crecer ya no pudieron ser atendidos en un hogar y los llevan al Acuario, para que ahí se hagan cargo de ellos, lo mismo pasa con especies salvajes que están enfermas o lesionadas.
"Del reciente decomiso, ocurrido en Culiacán, no recibimos ninguna ave, las que tenemos fueron asegurados en junio del año pasado y están a resguardo, no son propiedad de Acuario".
Eliézer Zúñiga Guajardo
Director del Acuario