Norma Alicia Sánchez
La remodelación de la plazuela Obregón que el Ayuntamiento de Culiacán presume como una de las obras más importantes, ya reveló su primer "padecimiento".
El viernes, una persona reportó a la JAPAC que se estaba filtrando agua entre los adoquines nuevos que las autoridades municipales acababan de colocar en la plaza.
Como parte del programa de Rescate de Espacios Públicos, el Gobierno de Culiacán encabezó los trabajos de remodelación de la plazuela Obregón, en los que se inviertieron 12 millones de pesos de recursos del Gobierno federal.
La inversión incluyó un cambio integral de la red de agua potable de esa zona, pero una tubería ya falló.
El sábado, un día después de que la fuga fue reportada, trabajadores de la JAPAC y de una empresa contratista acudieron al lugar a tratar de ubicar el problema. Abrieron un boquete justo enfrente del estacionamiento ubicado a un lado del auditorio Inés Arredondo pero no encontraron nada.
Tres metros por 70 centímetros del adoquín nuevo que fue colocado en diciembre fueron destruidos en busca de la fuga.
Ayer, en un segundo intento por encontrarla, los hombres regresaron al lugar y cerca de las 15:00 horas por fin la ubicaron.
Ninguno de los empleados de la JAPAC y de la empresa quisieron declarar sobre el hecho.
Esta fuga aparece 16 días después de que el ex alcalde de Culiacán, Aarón Irízar, acudió a la plazuela (21 de diciembre) acompañado de funcionarios del Gobierno estatal y federal, para presumir la obra, aunque dijo que no era una inauguración, pues aún no estaba terminada.
Jesús Vizcarra inició su administración y a la plazuela aún le faltan varios detalles. La cerca verde y vieja que antes tenía todavía está tirada al paso del peatón y algunos adoquines están sueltos.
El agua que se tiró este fin de semana por la fuga alcanzó a llegar hasta el Malecón viejo, pese a que algunas horas fue cerrada la llave que controla la salida de líquido para esa zona.
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