"Buscan niños diversión"

MAZATLÁN._ Si hay algo que saben hacer los niños, es jugar y más cuando llega la temporada vacacional los libros quedan a un lado y el tiempo libre lo usan para la diversión. Muchos de ellos optan por los videojuegos, en sus casas o en lugares en los que se especializan en ellos.
Y hasta cuando están de vacaciones buscan sitios de juego. Uno de ellos, en la Gran Plaza, es el Recórcholis.
La elección es sencilla, por paquetes o recargas personalizadas, es así como eligen las tarjetas que hacen que los videojuegos funcionen.
"Regularmente piden por paquetes, tenemos las tarjetas Silver, Gold, Platino Black y la que más compran es la Gold, que tiene un costo de 140 pesos", informó Carlos Díaz Arellano, cajero de Recórcholis.
El arribo de turistas aumente la afluencia al establecimiento, que se llena de niños de entre 3 y 15 años.
"De lunes a viernes está tranquilo, ahorita si hemos tenido mucho trabajo, llega sobre todo turismo nacional, los sábados y domingos es cuando más se llena, se suben a varios juegos, pero los favoritos son las lanchas y la tabla de baile", comentó.
Hay gran variedad de juegos, pero también algunas otras atracciones, como las pintacaritas.
"Normalmente pinto 4 ó 5 caritas, pero ahora que es temporada vacacional son 9 ó 10, pinto varios animales y lo que más piden son las mariposas", dijo Samanta Romero Salazar, guía de máquinas.
Los más grandes prefieren los juegos relacionados con deportes.
"Preferimos los juegos de basquetbol, futbol, jockey…venimos cada que no tenemos nada que hacer, cada uno gastamos 100 pesos, a veces también nos vamos a las albercas, a la playa o a otras ciudades", comentaron Martín, Alexis y Set Daniel.
En las paredes cuelgan peluches y en las vitrinas se observan dulces y objetos pequeños que se cambian por los boletos que ganan en los juegos, por ello, los jugadores busca recabar la mayor cantidad de tickets para llevarse un regalo.
"Venimos de Guadalajara, me gustan varios, pero más el Big Bass porque te puedes ganar hasta mil tickets, y lo puedes cambiar por dulces, también está el de brincar la cuerda, cada que llega la lucecita tienes que saltar", explicó Mariana Ontiveros Márquez, procedente de Guadalajara.
La corta edad no impidió que Camila y Santiago pidieran a su abuelita jugar al boliche, pero sus dos y tres años no les permitieron siquiera levantar la pesada bola, por lo mismo, optaron por llevarlos a juegos acorde a su edad.
"A ellos, que están chiquitos, los subí al gusano que es un trenecito y al columpio", platicó Beatriz de Osuna, abuela de Camila y Santiago.