"Carlos Calderón Ojeda: Un humanista que amó la homeopatía"
Era médico general, había estudiado oftalmología y el fallecimiento repentino de su padre lo llevó a hacerse cargo de la administración de una empresa minera, pero cuando el médico Roberto Beltrán le curó la sinusitis con medicina homeopática, nació su amor por la homeopatía. Desde entonces la estudió, la practicó y compartió hasta el último día de su vida.
"Él se enamoró de la homeopatía y empezó a ser un luchador, tanto que su maestro Proceso Sánchez Ortega lo quería mucho, y empezó a ser muy importante en esta medicina", afirmó su hijo José Carlos.
El doctor Carlos Calderón Ojeda nació en Culiacán el 28 de abril de 1953, fue el penúltimo de cinco hijos y aunque todos sus hermanos se inclinaron por el derecho, él lo hizo por la medicina.
"Desde que tenía como 17 años se interesó por lo humanitario, por la medicina y quiso estudiar, se fue a Guadalajara a hacer la carrera, en la Universidad Autónoma, se graduó en 1976 y empezó dos años de oftalmología".
Su familia tenía una empresa minera y su padre murió de manera repentina, de un infarto, y como ninguno de sus hermanos vivía en Culiacán, él tuvo que estar al frente de San José del Cobre. Y aunque tuvo que renunciar a terminar su especialidad en oftalmología, no renunció a su sueño de ayudar a las personas a recuperar la salud.
En 1976 se casó con Martha Aurora García, con quien procreó tres hijos: los gemelos José Carlos y Juan Carlos, y Martha Carolina.
Cuando tenía 27 años, la vida lo puso en la empresa y para sacarla adelante, estudió Administración y dedicó 13 años para hacerla prosperar, y aunque gracias a esto viajó por muchos lugares del mundo y conoció muchísima gente, en 1989 decidió venderla y partir a México, con todo y familia, a consolidar su sueño: estudiar la especialidad en homeopatía.
"Él estaba feliz porque la homeopatía es lo semejante a la enfermedad, homeos es semejante y patos patología, ahí entendió que el ser humano es más que enfermedad, que tienes que tomar en cuenta su manera de ser, su carácter, se enamoró de la homeopatía".
Soñaba con que la homeopatía fuera considerada una medicina de primera y por ello luchó para que se estudiara en las universidades, y como siempre tuvo la inquietud de enseñar, cuando murió el doctor Proceso Sánchez Ortega, precursor de la medicina homeopática en México, le prometió que haría escuela en Sinaloa.
Fue fundador y presidente del Colegio Médico de Especialistas en Homeopatía y del Colegio de Médicos y Homeópatas, y su sueño por especializar a los médicos se consolidó hace cuatro años, cuando se creó la especialidad en homeopatía y egresaron 18 médicos.
"Mi papá quería que la homeopatía fuera una medicina universitaria y no como una medicina de segunda, la homeopatía es la mejor medicina que existe en las enfermedades crónicas, según la OMS, por eso teniendo esta arma tan bonita la quiso compartir con mucha gente".
A sus hijos heredó el amor por la medicina y la homeopatía, los mayores estudiaron en México y los apoyó para abrir sus consultorios aquí.
"El siempre nos dijo 'yo los voy a apoyar para que ustedes sean buenos médicos', y siempre nos apoyó, hasta el último día y eso pues yo siempre se lo voy a agradecer a mi papá, porque fue un excelente médico", recuerda José Carlos.
PROYECTOS
Carlos Calderón tenía un espacio en Noroeste y la revista Mujer y estaba preparando un libro en el que recopilaría textos sobre sociedad y homeopatía, así como crear una especialidad en homeopatía en la Universidad de San Miguel, proyectos a los que sus hijos darán continuidad.
DE VIVA VOZ
"El doctor Calderón fue una gran persona, aportó mucho a la homeopatía, hizo muchos esfuerzos para que siguiera prevaleciendo, muchas gestiones para que se difundiera. Dejó muchas enseñanzas, un gran hueco y un compromiso para los médicos que sigamos difundiendo la homeopatía como él quería".
Dr. Luis Enrique Mejía
Homeópata
"Fue un gran hombre, gran médico homeópata, que nos deja un gran legado para la medicina homeopática bien practicada, no sólo en nuestra ciudad sino en el estado, en la república, me parece que ha sido un gran hombre como profesional, como persona indudablemente, y nos ha dejado a tres hijos médicos homeópatas, su trayectoria fue limpia, comprometido con la medicina, con los más necesitados, para restablecer la salud de las personas"
Dra. Leticia Pérez Calderón
Homeópata
"Deja un camino trascendental y muchos proyectos que nosotros haremos cumplir en pro de la homeopatía, fue un hombre íntegro, honrado, que amó la homeopatía y a sus semejantes. Fue un buen padre, buen amigo, dio mucho a sus alumnos, es una pérdida para la homeopatía"
Dr. Flavio Medina Gutiérrez
Homeópata