"Carlos Ruiz Acosta: Arquitecto vanguardista"

Adrián García Cortés

Hay un aforismo de común conocimiento, que Carlos Ruiz Acosta lo ha hecho suyo y convertido en un precepto de su profesión: "Todo proyecto debe situarse a la vanguardia y en el futuro. Cuesta lo mismo hacer arquitectura duradera que obras que envejecen rápidamente".
Bajo ese principio, quien tiene el reconocimiento del Conarc (Consejo Nacional de Registro y Certificación Profesional de Arquitectos) y de la APEC (Cooperación Económica Asia Pacífico), se empeña, de manera constante, en hacer prevalecer que toda obra –-proyecto o construcción--, si no se concursa, en el sentido de que ha de convocarse a la competencia, corre el riesgo de eludir la inteligencia y de soslayar su integración al entorno.
"Los proyectos –dice--, se inician con la investigación y el concepto, que son la esencia del éxito, continúan con los estudios técnicos, donde se toma muy en serio el clima, la tecnología y la cultura del lugar, para optimizar la inversión. Está comprobado que un proyecto mal estudiado, obliga a improvisar en obra aumentando los costos de construcción."

Ex Director de Difocur,
consejero del Implan

Especialista en diseño arquitectónico, Ruiz Acosta se ha aplicado a desarrollar proyectos y obras diversas, como residencias, fraccionamientos y vivienda social, instalaciones educativas, deportivas y culturales, comercios y oficinas, hospitales, instalaciones religiosas; presupuestos y programas de obra; estudios de factibilidad, y dirección de proyecto arquitectónico en obra.
En su haber profesional está la Dirección de Difocur durante el gobierno de Francisco Labastida Ochoa, y recientemente su inserción al Implan (Instituto Municipal de Planeación) como consejero ciudadano. Pero con la proximidad al trabajo social y cultural, que la propia profesión le ha prodigado, diríase que ha asumido la tentación insurrecta del vanguardismo para darle cauce a la creación en la competencia, así en la obra pública como privada.
De ahí el interés de dar a conocer estas notas que hablan mucho de las carencias arquitectónicas por sus causas, así como de los aciertos logrados en la búsqueda propia del quehacer sinaloense, aunque insular a veces, hacia una arquitectura que asociada al entorno coloque a Culiacán, en primer lugar, y a la entidad en su conjunto, en la avanzada que a nivel mundial tantas sorpresas nos prodiga.

En arquitectura, ahora,
necesitamos competir

--¿Cómo lograr que la arquitectura avance según sus propios dictados? -–se le preguntó a Ruiz Acosta.
--Para que la arquitectura avance necesita someterse a la competencia abierta, concursos abiertos, para que así ganen los mejores sean de aquí y de cualquier lado. Necesitamos competir.
--Y ¿qué pasa cuando las fuentes del poder deciden sus proyectos con arquitectos previamente elegidos?
--Poner arquitectos del régimen, arquitectos de cabecera no nos lleva a ningún lado. Lo que hacemos aquí no figura a escala nacional, no formamos ningún compendio ni nada; se supone que somos un estado rico, pero vivimos echándonos mentiras. Las competencias, en cambio, nos obligan a subir de nivel intelectual entre actores y creadores, y en parte contratantes, también.

Obras y proyectos para hablar del tema

En refrendo de lo dicho por Ruiz Acosta, hay que apuntar que antes, los proyectos ejecutivos se hacían de manera simple; pero la variedad de materiales, la complejidad tecnológica, las normas oficiales y los costos de construcción han hecho imprescindible la elaboración profesional. Así, el cliente asegura la certeza de que su inversión será la planeada y obtendrá los beneficios de ahorro de dinero y un proyecto listo para ejecutarse. Algunas obras donde Carlos Ruiz Acosta ha intervenido en Culiacán para apuntalar su tesis vanguardista, son:
--Corporativo Fincamex. Dos edificios partiendo de un vestíbulo exterior, uno para renta y otro para el corporativo, en un espacio de 35 x 108 m. Fachada principal al sur del asoleamiento y espacios de iluminación y ventilación natural para lograr un ambiente laboral confortable.
--Corporativo Coppel. Fachadas de protección solar con ahorro de energía. Vestíbulo principal de tres niveles al poniente, al que cubrió en triángulo con vanos para iluminarlo. Perspectiva muy cerrada, lo que obligó a la deformación del triángulo del vestíbulo para equilibrarla.
--Ampliación Corporativo Coppel. Se hizo en un galerón contiguo. Cuerpo nuevo al frente para hacer escuadra con el edificio actual. Vestíbulo de doble altura, elemento rector, con un hueco que contiene jardines triangulares que le dan al acceso coloración vegetal.
--Rediseño del Hospital Civil. Unidad de Imagenología con arcadas y formas eclécticas de 1925 rediseñadas con un lenguaje moderno. Adaptación de aulas para Banco de Sangre con ampliación de pabellones de hospitalización y proyecto de quirófanos, trabajado, por primera vez, con un Plan Maestro. Ampliación de quirófanos: cirugía y terapia intensiva en una superficie de mil metros cuadrados, con el objetivo de dotarla de alta tecnología, que lo posicionaran junto con las obras de Imagenología
--Conjunto Habitacional Valle Alto. Ciudad para 16 mil habitantes en 90 hectáreas. Proyecto dividido en cuatro zonas con el equipamiento normativo y la estructura urbana integrada. Centro con plaza, iglesia y un núcleo deportivo.
--Centro Deportivo Valle Alto. Edificio con área administrativa, gimnasio, aulas y restaurante. Canchas de futbol, futbol rápido, basquetbol, tenis, beisbol y alberca semiolímpica.
--Iglesia San José Ma. Escrivá en Valle Alto, 300 feligreses. Punto de referencia en la plaza central. Deambulatorio y servicios al sur, para amortiguar el calentamiento solar. Construcción de acuerdo a la liturgia reglamentaria del Concilio Vaticano II.
--Remodelación para Implan. Planta alta de un templo de 1901 convertido en biblioteca en 1936 y en oficinas desde 1964. Planta de cruz latina: se conserva la nave con bóvedas ocultas por más de 40 años que hoy son parte fundamental del espacio interior.

Proyectos encaminados
que yacen entrampados

Y en materia de proyectos aun no realizados, en el mismo Culiacán, ha elaborado:
--Campanario de La Lomita. Junto al templo de 1958, de planta triangular, integrado al lugar. Diseñado con estructura de acero y cristal templado de 38 metros de altura, atractivo turístico como mirador a 20 metros de altura, el lugar más alto de la ciudad.
--Museo del Deporte. Pequeño de mil 065 metros cuadrados, sala de exposiciones para diferentes ramas del deporte practicado en Sinaloa, mediateca, auditorio, bodegas y oficinas. Arquitectura sobria, espacios sorpresivos, garantizarán al usuario en un recorrido interactivo y dinámico.
--Gimnasio Senda. Techado para 850 personas sentadas; espacios para basquetbol, gimnasio olímpico, tae kwon do, baños, vestidores, refresquería, tienda y servicios administrativos. Techumbre metálica curva abierta para la circulación de aire. Materiales de cero mantenimiento.
--Teatro Griego (Parque Ernesto Millán Escalante). Remodelación de auditorio a cielo abierto de 1988, con graves deficiencias y mal orientado. Proyecto de ampliación y mejoramiento de instalaciones para recibir a compañías artísticas. Membrana translucida de PVC sobre escenario. Edificios de concreto aparente y lámina galvanizada.
--Remodelación de Auditorio Inés Arredondo. El interior del cine Reforma, habilitado como auditorio, no servía. No tenía acústica ni isóptica. Lobby muy chaparro, sustentando la galería. Se decidió no usarlo. Se tumbaba todo el interior y se ordenó hacer estudio de isóptica; el proyecto levanta la visualización en una sola planta, conservando la estructura perimetral y un gran loby con unas escaleras dobles, donde podrán presentarse grandes exposiciones.
Cafetería en la esquina sin el DIF; pasan todos los locales a la Ángel Flores y se incorporan al loby los espacios necesarios para artistas, camerinos, áreas de calentamiento, porque no se puede hacer teatro, porque la mecánica teatral no cabe ahí.
"Nos convencimos –dijo Ruiz Acosta al respecto--, de que un auditorio era lo correcto; cabrían en él: valet, teatro, música, pero básicamene auditorio; escenario con acústica e isóptica adecuada, conservando el perímetro de la estructura. Con la fachada se hicieron intercambios con el INAH. No negociaba la fachada, lo que negociaba era la estructura; la perspectiva de las columnas y trabes es la misma. El teatro por más que le pongas no se va a lograr, con el sonido electrónico no lo vas a lograr.

El derecho a concursar
secuestrado por mandar

Dicho en público y en privado, escrito y en conferencias, Ruiz Acosta, en una actitud ya cáustica en defensa al derecho a concursar y la competencia, resume sus divisas:
--En nuestro país el derecho a concursar fue secuestrado por la costumbre de mandar e imponer, pero el ejemplo de España ha despertado conciencias en ciudades mexicanas que no se han querido quedar atrás. Por ejemplo, en Mérida concursan proyectos públicos y privados desde hace 10 años, revelando el talento de los arquitectos yucatecos, quienes han ganado varias veces la Bienal de Arquitectura Mexicana.
--Sólo en la Universidad Autónoma de Sinaloa, han egresado más de 2 mil 500 arquitectos. El mercado estatal no ofrece ni promueve la oportunidad de poner a prueba la creatividad potencial de los arquitectos sinaloenses.
--En Sinaloa, me pregunto: ¿por qué no hemos avanzado? La percepción es que, en el caso de los empresarios, la causa es la ignorancia de lo importante de la arquitectura en la época actual, y en el caso de los servidores públicos que toman decisiones, es también la ignorancia, pero acompañada de la resistente y duradera discrecionalidad, que contradice totalmente el compromiso jurado de hacer todo por el progreso. (Revista BienInformado, abril 2009)