"Caso Aguirre Meza: El ‘hilo’ de Pedro Pérez"

Mariel Iribe

Sentenciado en el penal de Puente Grande, Jalisco, a 24 años de prisión por haber sido vinculado por la SIEDO con el Cártel de los Carrillo Fuentes, el ex comandante de la PME Pedro Pérez López es relacionado también con el crimen de Jorge Aguirre Meza.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, que abrió una investigación desde 2004, tiene en su poder datos que implican al ex jefe de investigaciones en el homicidio, informes que tienen relación directa con el contenido de las pesquisas hechas 5 años antes.
Los señalamientos se encuentran integrados en las fojas 402 y 403 del tomo 29 de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/266/2004 (que en total suman 50 tomos) por los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2004, cuando fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa Geovana Quevedo Gastélum en el estacionamiento del Cinépolis.
Dicha indagatoria fue iniciada contra el ex director de la Policía Ministerial del Estado Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, su esposa Dolores Ramona González Bribiesca, el sub director de la misma corporación Martiniano Vizcarra Burgos, y los ex agentes Ovidio Humberto Plata Quevedo e Ismael Núñez Castañeda.
Todos, vinculados con esos hechos, fueron acusados por operaciones con recursos de procedencia ilícita y otros delitos.

VÍA E-MAIL
El jueves 3 de septiembre de 2004 a las 17:56 horas, en el buzón virtual de denuncias de la Procuraduría General de la República cgd@pgr.gob.mx se recibió una denuncia ciudadana anónima, procedente del correo electrónico joel_gomez@hotmail.com, en el cual el denunciante sólo inscribió que la enviaba desde Sinaloa.
En el documento señala que el ex comandante de la PME Pedro Pérez López está vinculado con el asesinato del abogado Jorge Aguirre Meza y en la muerte de una persona de nombre Hugo Palazuelos.
“Pedro Pérez está relacionado con la muerte del Lic. Aguirre y la muerte de Hugo Palazuelos. Estas muertes fueron ordenadas por los Carrillo, ya que este señor (Pedro Pérez) es guardaespaldas de ellos tal como se advirtió en la muerte de Rodolfo Carrillo, ya que este señor lo acompañaba cuando iban saliendo del cine y también resultó herido”, señala textualmente la denuncia en poder de la SIEDO.
En el formato virtual de la página www.pgr.gob.mx de la institución aparece un apartado en el que se pregunta al denunciante si cuenta con pruebas de los hechos o irregularidades cometidas, pero el quejoso no aportó más elementos.
“No cuento con pruebas físicas, pero sólo pido que se le investigue por estos delitos, porque toda la gente de Navolato lo sabe y se advierte de su relación con la gente del Guamuchilito (los Carrillo) ya que él resguardaba cargamentos y era su pistolero”, dice textualmente la queja recibida por la PGR.
Héctor Terán Huerta, Coordinador General de Delegaciones de la PGR, con sede en la Ciudad de México, mediante turno por correspondencia DES/2123/2004, canalizó la información al Subdelegado de Procedimientos Penales “A” de la PGR en Sinaloa, Cuauhtémoc Villarreal Martínez.
A su vez, el funcionario radicó el caso a la mesa III, a cargo del agente del Ministerio Público de la Federación Luis Antonio Arroyo Herring, quien el 4 de octubre de 2004 dio inicio al acta circunstanciada AC/SIN/CLN/450/2004-M-III contra quien resulte responsable de los delitos que resulten.
El 6 de octubre de 2004, mediante el oficio 1932/2004, Arroyo Herring remitió original y copia de dicha acta circunstanciada al agente del Ministerio Público de la Federación Mauricio Flores Martínez, adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud de la SIEDO, quien participó en las diligencias del caso del 11 de septiembre.
“…en virtud de que los hechos de que se trata están relacionados con Pedro Pérez López”, señala el oficio que se recibió a las 21:10 horas del 6 de octubre de ese mismo año.
Según la averiguación previa 206/1999, integrada hace 9 años por el crimen de Aguirre Meza, Hugo Palazuelos era señalado desde 1999 como uno de los partícipes en el homicidio.
Hugo Palazuelos era un agente de la antigua Policía Federal de Caminos que fue encontrado torturado y ahorcado con alambres en las cribas de Culiacancito el 24 de diciembre de 1999, 11 meses después del asesinato de Aguirre.
El extinto fiscal especial del caso, Jorge Valdez Fierro, dio cuenta en un parte informativo signado el 28 de febrero de 2000 por los investigadores Doroteo Álvarez Isidro, Florentino López Ibarra y Manuel Francisco Laria Juárez, que la intervención del agente de la entonces PFC había sido en preparar el homicidio de Jorge Aguirre , estudiando y dando seguimiento a todos los movimientos y actividades del abogado.
En la causa penal se señala que Hugo Palazuelos y “La Tamalera” eran compadres.
La más cercana información que la SIEDO tiene en su poder fue integrada a la averiguación del 11 de septiembre y no hay datos oficiales que señalen que dichos documentos hayan sido canalizados a la PGJE de Sinaloa que tiene bajo su responsabilidad el expediente de Aguirre.
A la fecha, la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa se ha negado a dar información relativa al inicio de una nueva línea de investigación y se ha limitado a advertir que no hay nada nuevo.

‘El alcahuete’
En una entrevista realizada a finales de 2002, Víctor Manuel Contreras Espinoza, "La Tamalera", afirmó que Pedro Pérez López estuvo involucrado en el crimen de Aguirre y relacionado con los Carrillo Fuentes y era el "alcahuete" porque todo les solapaba el Gobierno.
"Todo mundo lo sabe en Navolato, ya saben de dónde salieron los carros que participaron, ya saben que Pedro Pérez estuvo metido en esas muertes también y todo mundo sabe quiénes lo mandaron matar; él es el 'alcahuete', pero como yo soy el más jodido, fue al que le echaron toda la bronca, pero toditito mundo sabe que ellos fueron..."
En dicha entrevista, negó haber ordenado ni haber participado en el crimen del abogado, rechazando haberlo amenazado.
"Yo nunca dije que no lo iba a hacer, yo dije que algún día me lo iba a chingar, pero no lo chingué ni lo mandé chingar, pero yo en mis pensamientos sí era chingarme en él, pero no lo hice, me lo ganaron, me lo ganaron, fueron otras gentes, y todo mundo sabe quiénes fueron, para qué nos hacemos tontos, lo que pasa que es como ellos son muy poderosos, tienen mucho dinero, compran Gobierno, compran el periódico, compran todo...", afirmó en ese entonces.

LÍNEAS INCONCLUSAS

Aunque los indicios anónimos recabados por la PGJE para sostener la línea de investigación relativa a “La Tamalera”, y el móvil de su detención en el panteón de Altata, en noviembre de 1997, la fiscalía también recibió información en la que se proporcionaron datos específicos sobre otros posibles implicados en el crimen.
Los datos fueron recabados por la Sección de Radio de la PME, donde se recibieron tres llamadas telefónicas los días 30 y 31 de enero de parte de una persona del sexo masculino.
Las llamadas fueron grabadas por Guillermo Sánchez Salas y Amado Bravo Cárdenas, agentes adscritos al área de Radio, y contenidas en el proceso 45/2000, relativo al crimen de Aguirre.
Las grabaciones, transcritas en las fojas 140 a la 147 de dicho proceso radicado en el juzgado cuarto penal de Culiacán, advierten que un día después del asesinato se recibió la primera llamada del aparente testigo del homicidio.
El denunciante, que negó ofrecer su identidad, señaló que los asesinos viajaban en una Silverado gris o negra, placas TS-77641 de Sinaloa, así como otra unidad Cheyenne roja.
El testigo detalló que alcanzó a ver que el sujeto que conducía la unidad se quitó el pasamontañas cuando huía y le vio el rostro, identificándolo como un tipo que vive en Las Bebelamas de San Pedro.
El día siguiente en que mataron a Jorge Aguirre, detalló el informante, ese sujeto salió a Mexicali, Baja California, donde tiene dos lotes de venta de autos.
Ese mismo 30 de enero, la persona vuelve a comunicarse a la central de la PME, diciendo que el sujeto que identificó como uno de los asesinos de Aguirre, se llamaba Hildegardo García, “El Galdo”, quien había huido a Mexicali la noche del crimen.
El informante aportó domicilios, bienes, vehículos y antecedentes del sospechoso; en los archivos de la corporación policial los investigadores encontraron la ficha signalética 8516 a nombre de Hildegardo Gastélum García, quien había sido arrestado el 26 de junio de 1991 por asalto.
En el proceso penal existen actuaciones relativas a otra llamada telefónica recibida el 28 de enero de 1997, un día después del homicidio, de parte de una persona del sexo masculino que negó sus generales.
En la llamada telefónica, transcrita en el proceso 45/2000, el testigo manifestó que estaba indignado por la muerte de Jorge Aguirre, agregando que el día del asesinato, él viajaba en una bicicleta y observó cuando uno de ellos se quitó el pasamontañas, identificándolo con el apodo de "El Willi, quien al parecer se llama Filiberto o Wiliberto y vive en Las Bebelamas de San Pedro.
"Oiga mire, quiero denunciar a estos cabrones que mataron al licenciado Aguirre porque miré a uno de ellos cuando se quitó el pasamontañas y solamente sé que le apodan "El Willi", quien es hijo de un amigo mío que vive en Las Bebelamas", dijo textualmente el informante.
Explicó que este individuo huyó a Mexicali junto con "El Galdo" García, quien tenía problemas con Aguirre porque días antes de la muerte del abogado, le incautaron droga en el Precos El Desengaño, Ahome.
Aunque se hicieron incipientes indagaciones sobre esta línea, no se insistió sobre los datos aportados y se mantuvo la hipótesis del operativo de Altata y la venganza como móvil.