"Causa expectación: Los deja asombrados..."

"Causa expectación: Los deja asombrados..."

    Gran expectación causó ayer el traslado de la secadora de Etanol, que dejó asombrados a los ciudadanos que veían pasar el convoy de la compañía Transporte Tellerín.
    Desde temprano Don Manuel Humberto Arenas Félix comenzó su trabajo de "junta botes" y nunca se imaginó que por la Avenida Ferrocarril, se encontraría un metal, que difícilmente lo habría podido cargar en su descarapelado triciclo, que en algún tiempo relució de amarillo.
    ¿Para que es ese tubo?, preguntó el vecino de la colonia Cuauthémoc y al saber que no era un tubo, sino una secadora para una planta de etanol, que está ubicada en Navolato, se sorprendió.
    "No pos ta´ bueno, pero pos está peligroso que lo traigan por aquí, que tal si se les suelta, el arrancadero de mayos que iba haber", expresó riendo.
    En pocos minutos el gigante de acero conquistó varios admiradores, que dejaban las labores para simplemente verlo pasar, como si se tratara de un carro alegórico, de esos en los que se esmera Doña Chila, para presentar en las fiestas carnestolendas.
    Alfredo Sepúlveda Gutiérrez en compañía de otro trabajador dejó la pala y la cuchara por un momento, para apreciar el desfile de la sacadora de etanol por la 5 de Mayo.
    "Pues si nos causa extrañeza ver este tipo de cosas, porque no pasan frecuentemente", argumentó, "y ha de ser una broncona y peligroso transportarlo".
    Eran alrededor de las 10:40 horas, cuando un ruido extraño, perturbó a Claudia López Acosta, que en esos momentos lavaba su ropa.
    "Si, estaba lavabando cuando escuche un ruido y salí a ver de que se trataba y ya vi que traían esa cosa, ¿qué es?, un contenedor de petróleo ¿o que?", exclamó.
    Cruzada de manos, al pie de la puerta de su casa la residente de la colonia Morelos conservó mientras se alejaba la mole de acero, que anteriormente tuvo que sortear ríos, mares y sierras.
    Por allá en la Avenida Enrique Dunnant, un grupo de albañiles, se olvidaron por completo de la obra y como "maniquíes" observaron el paso de la caravana de los tractores.
    Al subir la carretera Guamúchil-Angostura, Don Ramón Cruz García, se vio en la necesidad de quitar su mesa y silla, que componen el puesto de cayos de hacha que tiene a la orilla.
    "Hace 4 días que estoy trabajando en este lugar y no me había tocado nada de esto, pero no me molesta son cosas que pasan y está bien porque están transportando algo valioso", reiteró el residente de la colonia San Pedro.
    En ese punto, se creo un desbarajuste en la circulación, ya que el tractor tuvo que efectuar diversas maniobras para tomar la carretera, mientras los automovilistas desesperados, esperaban las indicaciones de los agentes viales, para abrirles una vía externa.

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