"¿Cómo se llama la calle?"
MAZATLÁN._¿Cómo se llama esta calle? ¿Ejército Mexicano o Benemérito de las Américas o Juan Carrasco? ¿Múnich o Juan Pablo II? ¿Pesqueira o Rotarismo? ¿Carretera Internacional o Gabriel Leyva?
También es un conflicto establecer hasta dónde abarcan el Entronque al Venadillo, la Carretera Internacional al Norte y el Bulevar Luis Donaldo Colosio, pues son la misma vía, igual ocurre con La Marina, Carlos Canseco y Delfín.
Y con esto, quién no ha caído en un dilema al tratar de ubicase en un punto de dichas vialidades, seguramente que la mayoría, pues oficialmente tienen los dos, o los tres nombres, a pesar de la confusión que pueden causar, así se llaman.
Un caso es el malecón, que en sus casi 12 kilómetros cambia de nombre cuatro veces: Paseo del Centenario, Paseo Olas Altas, Paseo Claussen y Avenida del Mar, y cada uno corresponde a un diferente momento de la historia porteña.
Olas Altas fue el primer paseo frente al mar, en el Siglo 19 fue el sitio de encuentro social por excelencia; al cumplirse el primer centenario de la Independencia de México, en 1910 se hizo el Paseo del Centenario, que fue una prolongación que rodeaba el Cerro del Vigía.
Años más tarde, el malecón se abrió paso a fuerza de dinamita por la parte poniente del Cerro de la Nevería, donde se construyó el Paseo Claussen, desde la Glorieta Redo hasta la Playa Norte.
Esta vialidad fue una contribución de la iniciativa privada mazatleca y tomó su nombre del acaudalado empresario Jorge Claussen, fundador de la Cervecería del Pacífico.
Posteriormente, a mediados del Siglo 20, la ciudad se proyectó al futuro como destino turístico y el viejo camino al Rancho Camarón fue reforzado y pavimentado para transformarlo en la Avenida del Mar.
"Aquí está implícito el asunto social como resultado del crecimiento paulatino de la ciudad, pues conforme fue creciendo la mancha urbana se fueron prolongando las vialidades y les fueron poniendo nombre", explicó Mario Morales Acosta, director de Planeación del Desarrollo Urbano Municipal.
El funcionario municipal señaló que en algunos casos los nombres de las calles tienen que ver con puntos de referencia en el aspecto social, como se observa en lo que era la Avenida Múnich, que ahora se llama Juan Pablo II.
pero antes de cambiar el nombre de una calle, dijo, el Municipio deberá estudiar en conjunto con los sectores de la sociedad si se conserva el nombre de las prolongaciones o hace la unificación del nombre por criterios de urbanismo.