"Costoso e inoperante, el penal de la calle 300"
GUASAVE._ Diez años después de iniciar su construcción, el penal de la calle 300 luce a simple vista deteriorado y sucio.
Es el símbolo del burocratismo oficial, primero del Gobierno estatal y ahora del federal.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública, en esta cárcel construida por el estado y cedida el año pasado al sistema de reclusión federal, se invirtieron 116 millones de pesos; tras terminar su edificación se han anunciado recursos para ponerlo a funcionar, sin que estos aterricen.
Cuando en noviembre de 2006 Ricardo Serrano Alonso era el encargado del sistema carcelario estatal, anunció una inversión de 25.3 millones de pesos para equipar la cárcel, adiestrar a custodios y contratar personal administrativo, con la intención de que la entonces cárcel estatal entrara en funciones a partir de mayo de 2007.
Y ahora, en el Presupuesto de Egresos de la Federación vienen destinados 441 millones 840 mil pesos para la construcción de una segunda etapa.
Luce olvidado
Para llegar al enorme "elefante rosa", es necesario tomar la carretera a Las Glorias, a los 5 kilómetros la rúa entronca con la calle 300 y de ahí a las puertas del estacionamiento de la penitenciaría federal hay que recorrer otros 5 kilómetros.
Ubicado entre parcelas donde sembradas de trigo y maíz y cerca de una agrícola importadora de hortalizas donde trabajan cientos de jornaleros, se erige la edificación, sobre un terreno de 16 hectáreas cedidas por Ramiro Castro, un prominente agricultor guasavense.
Una cerca de malla ciclónica coronada por alambre de púas marca el límite del terreno. A la entrada, una caseta enmohecida con cuatro bancas polvorientas dan testimonio del abandono oficial.
Metros adelante, una puerta de malla ciclónica en una caseta de vigilancia, también deteriorada, es el único obstáculo para llegar metros adelante hasta la misma entrada del inmueble.
En el extenso terreno sin utilizar, sobresale la maleza que va desde zacate, en espera de la primera lluvia para reverdecer, hasta matorrales de más de un metro y más al fondo, donde los guardias no permiten seguir, se ven mezquites y huinolos que rodean la parte trasera del penal.
"Adentro está limpio, hace tiempo estuvieron viniendo gentes a limpiar porque según ya iba a empezar a funcionar", describió el guardia, quien trabaja en el área de Readaptación Social de la SSP estatal. No quiso dar su nombre.
El trabajador dice que desde finales del año pasado no los visitan funcionarios federales para inspeccionar las condiciones de la cárcel y que saben del destino que va a tener sólo por lo que se dice en los medios de comunicación.
Un monumento
a la burocracia
Construido de tabique color rosa, concreto y acero, la obra civil evidencia el deterioro provocado por el abandono y el paso del tiempo.
En las torres de vigilancia grises se ven pedazos de concreto descarapelados, sobre la malla ciclónica se han aferrado enredaderas y los tanques del sistema de agua potable están corroídos.
Una rampa de concreto con barandales amarillo claro, también con costras de moho, marca el camino a lo que será la entrada de las visitas.
Las dos puertas de acceso están cerradas, pero se puede ver que en el interior hay un aparato detector de metales parecido a los que hay en los aeropuertos y dos arcos, también detectores de metales, para el acceso de las personas. A simple viste y de una distancia de alrededor de 6 metros se ven viejos e inservibles.
En la parte alta de las paredes se observan cámaras de vigilancia del sistema de circuito cerrado del que fue provisto el inmueble.
"Falta equiparlo, sólo tiene las cámaras del circuito cerrado pero yo creo que ya no sirven, tienen que volver a instalar todo eso nuevo", comenta el guardia, "tampoco hay muebles de oficina ni nada de eso".
En el interior, hay 144 celdas quíntuples, con 720 camas hechas de tabique y metal, y otras 84 habitaciones individuales con camas de concreto. Esas son para las visitas conyugales, comenta.
Penal de confusiones
La construcción del penal, inició en 1999 y quedó terminado a mediados de 2001. Se dijo en ese entonces que sería para albergar a 800 reos.
Este reclusorio, según Abel Meza Sandoval, abogado y quien estuvo por un corto tiempo como director de Seguridad Pública Municipal en ese periodo, fue solicitado originalmente para albergar a los presos de las cárceles estatales y para que se instalara un juzgado federal, pero no para que operara con categoría de máxima seguridad.
"Queremos que se regrese al proyecto original, queremos un albergue para los internos del Cereso, pero en las condiciones de mediana seguridad", ha reclamado.
"No es posible que se pretenda tomar como rehén a Guasave de un sistema penitenciario obsoleto, anticuado".
Y Armando Leyson Castro, Presidente municipal durante ese lapso, ha reforzado esa misma aseveración.
"En ese momento y en ese tiempo se dieron las condiciones para que se construyera ese penal, yo hubiera sido el primero en rechazar esa construcción si el planteamiento original hubiese sido para un penal de máxima seguridad", expresó en octubre, cuando inició la polémica del penal.
Sin embargo, desde hace meses se empezó a gestar la posibilidad de que el Gobierno federal operara la penitenciaría para albergar a reos peligrosos.
El 1 de febrero de 2008, José Luis Lagunes López, subsecretario del Sistema Penitenciario Federal, comentó que a este penal serían canalizados presos de mediana peligrosidad que están recluidos en las cárceles del Altiplano, Occidente y Matamoros.
"No sólo los de mediana peligrosidad serán ingresados, sino también los que le hayan bajado por el tiempo de internamiento, hay muchos que ya pasaron 15 o 20 años de estar detenidos y desde luego que ya es otra su manera de conducirse. Entonces esos ocuparían esos espacios", comentó esa ocasión.
Pero apenas hace unos días, Genaro García Luna, titular de la SSP federal, confirmó que la penitenciaría será de máxima seguridad y contará con una sección que albergará a secuestradores.
Autoridades municipales y estatales que durante meses han sostenido que el penal será de mediana seguridad se han mostrado sorprendidos ante las declaraciones del secretario de estado y a lo más que han atinado es a decir que el inmueble no está acondicionado para encerrar a reos peligrosos.
720
Celdas quíntuples tiene el penal
84
Celdas individuales posee
8
Torres de vigilancia tiene
7
Cachas deportivas hay
$116 millones
Fue el costo del inmueble
$25.3 millones
Se aprobaron el 2006 para habilitar el penal
$441 millones 840 mil
Autorizan en el PEF para construir segunda etapa
"Adentro está limpio, hace tiempo estuvieron viniendo gentes a limpiar porque según ya iba a empezar a funcionar".
Guardia