"Critican anuncio del Rector de UAS"

MAZATLÁN._ Jubilados de la Universidad Autónoma de Sinaloa califican de injustas las declaraciones del Rector de esa casa de estudios, al afirmar que los cheques aún no entregados de la quincena pasada podrían deberse a gente que ya falleció. 

Juan de Dios Mendoza López, presidente de la Asociación de Jubilados de la UAS en la zona sur, señaló que respecto a sus agremiados no hay registros de decesos. 

El viernes, el Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera, informó que hasta el jueves había más de 600 cheques sin recoger de la quincena pasada. 

"Yo pudiera pensar que a la mejor es gente que falleció, que por errores administrativos salga algún cheque de alguien que ya renunció, no sé, diversas situaciones", dijo el Rector. 

Al respecto, Mendoza López dijo que en el caso de la declaración del Rector, los cheques no cobrados puede ser algún personal de confianza que se incluyó en la nómina de los sindicalizados. 

Afirmó que si algunos de los jubilados no acudieron a cobrar fue porque no se les informó sobre la medida de pagar con cheque, además que sólo se pagaría en sus respectivas adscripciones. 

"No fue oportuna la información del pago vía nómina, además los obligaron a recoger los cheques en el área de adscripción", señaló Mendoza López. 

El profesor jubilado de la Facultad de Ciencias del Mar refirió que esta última medida imposibilitó el cobro a aquellos jubilados que se encuentran recibiendo atención médica en otras partes del País, incluso algunos se atienden sin requerir los servicios del Seguro Social. 

Señaló que a la falta de información se juntó la premura con que se hicieron los pagos. 

"Sólo pagaron un viernes, sábado, lunes. Y vinieron la vacaciones y ya no hubo información". 

Hay una injusticia de parte del Rector al señalar que puede ser gente que falleció, pues si un jubilado muere un día 14, a los deudos no les entregan el cheque el día 15, dijo. 

Incluso señaló que en su recibo aparece una deducción señalada como concepto 4504 por cuota de defunción, que los agremiados le llaman "la cundina del muerto", pues revisan la lista de sus miembros y no aparece registro de algún deceso.