"Crónica de un fallo anunciado: El delincuente, el ingeniero y el abogado"
Fue una sesión con un fallo anticipado. Sin novedad.
No hay pruebas contra Rafael Oceguera. Menos contra Jesús Aguilar. Fue el veredicto del CEE. Aunque José Antonio Ríos, del PRD, esperaba que al menos el dictamen no fuera tan burdo, y sí un poco "rebuscado". Que la decisión, al menos, fuera que el Secretario de Gobierno había incurrido en una "pequeña violación".
Pero ni eso.
Infundada. Improcedente, dictaminó el CEE. Los audios, de Oceguera dando instrucciones a alcaldes para operar a favor del PRI, "no son prueba".
Y fue entonces que Ríos refrescó la memoria a los consejeros.
"Hoy este Consejo va a avalar la conducta de un delincuente electoral, que durante muchos años ha venido haciendo este tipo de cosas", les dijo.
En 1992, recordaba, Porfirio Muñoz Ledo lo llamó "pequeño cerdo".
"Yo creo que ya no es pequeño", continuó, "en el 92 también en Guanajuato, el último día de una campaña, siendo representante del PRI organizó una conferencia diciendo que el candidato del PRD había renunciado.
"Esas son las cosa que él hace, él está en ese puesto para hacer el trabajo sucio, trabajo sucio que este Consejo en pocos minutos va a avalar".
En defensa del fallo salió Gonzalo Estrada, del PRI, quien recordó que Ríos que no era abogado, sino ingeniero. Y que el dictamen estaba fundando en Derecho, no en corazonadas, para concluir con una defensa de Oceguera.
Después Jorge Luis Sañudo, del PT, lamentó que ni con Oceguera en la cárcel se repararía el daño.
Pero Ríos lo corrigió, advirtiendo que en un sistema político como el mexicano, éste nunca pisaría la prisión, y sí obtendría como "premio" alguna Senaduría, por sus buenos oficios.
Y le replicó a Estrada:
"Tiene razón el compañero del PRI, no soy abogado, mis conocimientos de Derecho sí son pocos, pero yo me sentiría muy mal (si) esos poquitos conocimientos de Derecho los utilizara para defender a un delincuente".