"De mejor amigo del hombre a enemigo"

"La sobrepoblación de perros se ha convertido en los últimos 10 años en un problema de salud pública, sobre todo en materia de agresiones"
14/11/2015 06:36

    MAZATLÁN._De mejor amigo del hombre a presuntos asesinos, a " presos políticos", a enemigos públicos… el caso Iztapalapa podría representar una de las peores crisis de imagen para los caninos. 
    La muerte de cuatro personas en la delegación del DF: una madre y su bebé de ocho meses, y dos adolescentes, presuntamente a causa de lesiones provocadas por una jauría de perros ferales, es decir perros callejeros usualmente abandonados por sus dueños y que regresan a su estado salvaje para sobrevivir, es para muchos aún un "hueso difícil de roer".
    Sin embargo, aunque la veracidad del caso es cuestionable para algunos, la realidad es que la sobrepoblación de perros se ha convertido en los últimos 10 años en un problema de salud pública, sobre todo en materia de agresiones. En 2003, el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades vio por primera vez la necesidad de separar las mordeduras de perros de las de otros animales en su boletín epidemiológico, al encontrar que en el país se habían reportado 135 mil 145 casos de este tipo de agresiones. 
    Desde entonces, la cifra fue a la baja hasta 2011, cuando repuntaron en un 5 por ciento, de 103 mil 308 en 2010 a 108 mil 426 en ese año, de acuerdo con los Anuarios de Morbilidad del Centro. A excepción de 2004, cuando se presentaron 136 mil 563, la mayor cantidad de mordedura de perros en la historia del país. 
    Tan sólo el año pasado se reportaron 115 mil 870 posibles casos en el país, de los cuales 2 mil 177 sucedieron en Sinaloa, reportó el Boletín Epidemiológico hasta la semana 52 del año, que abarca del 23 al 29 de diciembre, fechas en las que en el Estado se presentaron 19 casos nuevos de agresiones de perros. 
    A pesar de esto, Sinaloa cuenta con la quinta tasa de agresiones por perros más baja de México, con 79 mordeduras
    por cada 100 mil habitantes; siendo Chiapas el estado con menor tasa, 40 mordeduras por cada 100 mil habitantes, y San Luis Potosí el de mayor tasa, con 170 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a cálculos realizados en base a información del Cenavece, que incluye datos de la Secretaría de Salud y el Seguro Social.
    El DF reportó 139 mordeduras por cada 100 mil personas, lo que lo ubica en el quinto lugar de los estados con una mayor tasa de agresiones.

    Un instinto
    muy animal
    Contrario a lo que se podría pensar al tratarse de perros ferales, las agresiones por parte de jaurías no suelen ser un acto iniciado en grupo sino de manera individual, señaló Pedro Ortega Murguía, coordinador del Departamento de Zoonosis de los Servicios de Salud del Estado. 
    "No necesariamente los perros de una jauría todos son los que tienen problemas de conducta o son agresores patológicos, muchas veces cuando esto ocurre, basta con que un perro tenga este instinto de agresión depredadora extrema y los otros perros siguen, en el frenesí de la agresión, a ese líder", explicó el coordinador.
    Esta influencia del "líder sobre la manada", también se puede observar en perros con dueños irresponsables, asegura Ortega Murguía, pues el dejar mascotas sueltas en la calle también propicia la formación de jaurías y, por lo tanto, incidentes o agresiones. 
    En este sentido, una de las principales fallas de los propietarios es el no "socializar" a sus perros a la edad adecuada, que es entre las 12 semanas y los 6 meses. 
    "En este periodo los perros deben entrar en contacto con otros perros y con su entorno para ser perros bien equilibrados y sociables", comentó el presidente de la asociación con alrededor de 150 miembros a nivel nacional, de los cuales unos tres radican en Sinaloa. 
    De esta manera, si un perro no es socializado, tiende a reaccionar erráticamente ante situaciones que le resultan poco familiares, como lo es la presencia de niños. 
    Pero no todos las agresiones son causadas por perros callejeros, en la mayoría de los casos ¡ni siquiera suceden en la calle!
    Y es que al parecer los perros sinaloenses no conocen ese dicho de "No muerdas la mano que te da de comer".
    De acuerdo con los Servicios de Salud de Sinaloa, de las mil 102 agresiones reportadas por el Centro de Salud Urbano Culiacán, cuyo Programa de Control y Prevención de Rabia concentra los datos de la dependencia a nivel estatal, el 48 por ciento sucedieron en el hogar. 
    Esto representa un cambio en comparación con el 2011, cuando el 50 por ciento de las agresiones sucedieron en la vía pública.
    "Parece que este año el propietario tomó más conciencia y delimitó más el espacio del perro a su entorno, a su domicilio, o por lo menos evitó dejarlo suelto en la calle", expresó María Pilar Ramírez Peñuelas, del Centro de Salud Urbano Culiacán. 
    "De ahí, que ellos se hayan convertido más en las víctimas".
    En cambio en las agresiones de alto riesgo con resultado de hospitalización no hubo grandes cambios, pues se mantuvieron en un 8 y 7 por ciento en el 2012 y 2011, respectivamente. 
    En ambos años el mayor número de casos se concentró en Culiacán, donde en el 2011 sucedieron 436 agresiones, mientras que en el 2012 el número aumentó a 536. 
    Racismo canino 
    Si bien algunos perros, como el pit bull, el rottweiler, el doberman y el bull terrier, han sido satanizados como razas peligrosas, e incluso prohibidos por ello en algunas partes del mundo, en el Estado sólo el 13 por ciento de las agresiones están a cargo de estas razas. 
    La mayoría de las agresiones, un 45 por ciento, son por parte de razas criollas, que suelen ser medianas, mientras que el 42 por ciento son de razas pequeñas. 
    Los expertos atribuyen esto al racismo canino que han propiciado los medios hacia estas razas y los perros de razas grande, ya que usualmente son estos casos los que causan más conmoción en la sociedad. 
    "Debido a eso la gente le saca más la vuelta a las razas que se consideran riesgosas porque te imponen y se acerca más a un perrito pequeño sin pensar que también puede ser un riesgo", explicó 
    Ramírez Peñuelas. Para evitar los ataques caninos los especialistas consideran indispensable la intervención del gobierno
    a nivel federal, en materia de creación y aplicación de leyes de convivencia, campañas de concientización respecto al compromiso de ser propietario de una mascota, y la construcción de centros de zoonosis a nivel municipal. 
    Actualmente existen sólo 170 de estos centros en México y la mayoría de ellos no cumplen con las funciones que la Organización Panamericana de la Salud recomienda.
    "No se trata de centros de salud para animales, no estamos hablando de un Seguro Social para perritos sino de centros con la función de prevenir enfermedades de transmisión al hombre, esterilización, observación de per ros agresores, vacunación antirrábica, desparasitación y educación de la sociedad", dijo Ortega Murguía. 
    En Sinaloa, por lo pronto, sólo existe un centro de zoonosis, ubicado en Los Mochis, mejor conocido como Centro Antirrábico Municipal.


    Tipos de agresiones caninas

    En la calle… 

    Territorial
    Cuando el perro busca
    defender su territorio.

    Predatoria
    Resultado del instinto
    cazador canino, se
    dispara al ver correr a
    un humano o animal.

    En los
    hogares

    Por posesión
    de recursos
    Para defender un objeto
    o una propiedad, desde
    juguetes hasta comida.
    Muy común hacia niños.

    Por miedo
    Usualmente hacia
    desconocidos.

    Instinto maternal
    Por parte de una madre
    cuando alguien toca a
    uno de sus cachorros.

    Por juego
    Se pierde el control por parte
    del humano y la intensidad
    del juego se eleva al grado de
    una reacción agresiva.

    Desplazada
    El perro redirige su frustración
    por una causa externa hacia la
    primer persona que se le acerca,
    casi siempre, su dueño.

    Por dolor
    A causa de una molestia física

    Patológica
    Por un desequilibrio psicológico
    o demencia que
    tenga. Muy poco común.


    ¿Cómo terminar una pelea de perros?

    1) Mantén la calma y observa
    cuál de los perros en cuestión
    es el más intenso. Ese es el perro
    en el cual debes enfocarte.

    2) Es necesario intervenir y dar a
    ese perro un "toque" con actitud
    dominante en el área de la caja
    torácica, esto lo forzará a abrir
    su boca y soltar al otro perro.

    3) Busca el momento apropiado
    y actúa de manera rápida.

    4) Usa un tono de voz fuerte a
    volumen alto o grúñele directamente
    mientras lo retires de
    la pelea jalando hacia arriba
    desde su nuca o de su collar.

    5) Nunca desde el frente, ya
    que puede interpretarlo como
    una señal de que estás entrando
    a la pelea y puede morderte.

    6) Si no se encuentra nadie a tu
    alrededor o no ves intención
    de ayuda, no grites por ningún
    motivo, evita estresarlos más.