"De regreso a sus raíces"
GUASAVE._ Un 6 de enero del lejano 1975, Juan Francisco Ochoa Zazueta abrió un pequeño local para venta de pollos asados por la calle Guerrero, en el Centro de la ciudad. Han pasado 40 años de eso y esa empresa se convirtió en una de las franquicias más exitosas de México.
De regreso a sus raíces, el guasavense radicado en Laredo, Texas, compartió su experiencia, durante la celebración de los 40 años de la cuna de El Pollo Loco, evento al que asistieron empresarios, autoridades y líderes sociales.
¿Cómo nació la idea de El Pollo Loco?
"Fue una cosa circunstancial, había un negocio aquí por el bulevar que vendía pollos asados en 1974 y una vez fui a comprar pollos y se habían acabado y como a la semana volví a ir, eran como las 6 de la tarde, y también se habían acabado, le dije (al dueño) 'porqué no pones más', 'porque yo nomás vendo 100 pollos', me dijo, has de cuenta que oí una campanada y se me prendió el foco. A los 15 días ya estaba vendiendo pollos", narró.
La idea del nombre
De inicio, El Pollo Loco no se iba a llamar así, Ochoa tenía la idea de otro nombre: El Rico Pollo, pero al pintor, a quien recuerda con el nombre de Bobby, no le agradó la idea.
"El nombre que traía yo era El Rico Pollo, y me dijo 'ese nombre está muy cursi, hay que buscarle otro nombre' y lueguito surgió el de El Pollo Loco", indicó.
"Desde el primer día que abrimos vimos que era muy fuerte, pero cuando entran mis hermanos, porque todos mis hermanos entraron al negocio y se compartió con toda la familia, hubo sinergia".
Una parte vital en el éxito del negocio fue la receta con la cual se prepara el pollo, una combinación de ingredientes que la franquicia mantiene celosamente en secreto.
"Fue una mezcla, el que tuvo mucho que ver fue don Chicho, un señor que empezó conmigo aquí, me dijo 'hay que hacer un menjurge para quitarle el olor a pluma mojada que tiene el pollo'", comenta.
Traspasan la frontera
Fue el 8 de diciembre de 1980 cuando El Pollo Loco se convirtió en la primera franquicia de origen mexicano en entrar a Estados Unidos, con un restaurante en Los Ángeles, donde el crecimiento fue explosivo, compitiendo con grandes cadenas de comida rápida de ese país.
"Mi hermano y yo decidimos irnos a Estados Unidos y hemos tenido éxito a donde hemos llegado, gracias a Dios y a toda la gente que nos ha apoyado", dice, "llegó y desde que entró, entró con todo, yo entré buscando el mercado hispano, pero ahorita ya tenemos el mercado anglo bien controlado".
A 40 años del nacimiento de El Pollo Loco, existen 51 restaurantes de la franquicia en México y alrededor de 600 en Estados Unidos, aunque ahí vendió los derechos de la franquicia, pero con el acuerdo de conservar, el nombre, el logotipo, los colores tradicionales y la receta con la que se prepara el pollo.
Don Pancho Ochoa, como le gusta que le digan, atribuye el éxito de El Pollo Loco a tres factores: la receta, el nombre que se convirtió en una marca reconocida y el trabajo que aportaron todos los hermanos y que ahora sigue con las nuevas generaciones.
Empleado de lujo
Una de las anécdotas que platica Don Pancho con más emoción es que un jovencito de escasos 17 años de edad trabajara en uno de sus restaurantes de Los Ángeles.
Se trataba de un americano, rubio, delgado de nombre Brad Pitt, quien con el paso de los años se convirtió en una de las estrellas del cine de Hollywood.
"Se disfrazaba de pollo cuando estaba jovencito; abrimos un Pollo Loco por Hollywood Boulevard, y Brad Pitt vivía en un departamento junto con un muchacho hijo de uno de aquí de Guasave que se llama Charly, y le dijo 'oye, sábado y domingo no habrá chanza de trabajar en el pollo', 'pos lo único es que te vistas de pollo', se acababa de ir el Verde, el Verde era el que se vestía de pollo, y él lo reemplazó unos meses", cuenta.
Ochoa subraya que esa anécdota es cierta, pero que no le tocó conocer al hoy famoso actor.
"Un día lo voy a conocer y le voy a decir tú y yo hemos trabajado donde mismo", bromeó.
Le sorprende Guasave
Don Pancho nunca se ha alejado de Guasave, aunque ya no vive en la tierra donde nació su empresa, la visita de manera constante, por lo menos dos veces al año, pero en las últimas veces que ha venido se ha sorprendido.
"Vengo muy seguido, me asusté ahora de lo bonito que lo encontré, me sorprendió mucho, entré por lo que era el canal del nudo y nombre qué bárbaridad", exclama.
Le da gusto ver un Guasave que con los años ha progresado y que luce limpio no solo para los visitantes y quienes lo habitan, sino para las inversiones que quieran establecerse.
Para concluir, el exitoso guasavense aconsejó a todo aquel que tenga una idea de negocio a llevarla a cabo y no rendirse.
"Si no les funciona, otra y otra, yo tuve muchos tropiezos antes de pegarle, pero gracias a Dios aquí estamos", finalizó.
Juan Francisco Ochoa Zazueta
Nació: 31 de enero de 1944
Lugar: Bacayopa, Choix
Hijos: 6
"Si no les funciona, otra y otra, yo tuve muchos tropiezos antes de pegarle, pero gracias a Dios aquí estamos".
Juan Francisco Ochoa Zazueta
Empresario