"Defiende el SNTE herencia de plazas"

"Asegura líder sindical que esto se trata de una práctica por costumbre"
06/11/2015 11:37

    Dentro del SNTE, la "herencia" de plazas es una práctica por costumbre que se realiza desde hace cuatro o cinco años, aseguró el dirigente de la Coordinadora Nacional de la Educación.
    Humberto Domínguez Betancourt reconoció que privilegiar o proponer a parientes cercanos para ocupar una vacante, no está reglamentado, pero es una tradición y un derecho de los sindicalizados.
    "Cuando una plaza queda vacante en un centro de trabajo, lo normal es que se convoque a la base trabajadora para ver quién tiene el perfil y la antigüedad necesaria para que aspiren a ocupar esa plaza vacante, eso es históricamente y no tiene nada que ver con la herencia de plazas", dijo.
    "Hay veces que las plazas quedan en familiares, hay veces en que la mayoría no, es un derecho de todo trabajador, a veces ocurre que un trabajador cuando llega a su periodo para jubilarse aunque quiera heredar su plaza no puede porque hay maestros que sus hijos no quisieron estudiar para maestros porque vieron que el salario es miserable, por ejemplo, ninguno de mis hijos quiso estudiar para maestro, y yo a quién le voy a heredar".
    De acuerdo al capítulo tercero, de los Estatutos del SNTE, los requisitos para ingresar o reingresar al Sindicato son: presentar por triplicado el pliego de afiliación, cubrir una cuota, obtener la aprobación de ingreso y rendir protesta.
    "Es una práctica que se viene dando cuatro o cinco años para acá, pero no está reglamentado, no es ley que el trabajador herede su plaza, es una costumbre que se está volviendo generalizada", reiteró Domínguez Betancourt.
    Añadió que la Alianza por la Calidad de la Educación, al implementar el examen de oposición para obtener una plaza, termina con el derecho escalafonario para ascender, la antigüedad y la preparación.
    "El examen no nos garantizaría que quedaran los mejores maestros, porque el examen que dicen que es de oposición, no es más que un simple examen estandarizado, que sólo evalúa una franja muy reducida de los conocimientos que tiene que tener un docente, deja de medir las habilidades con que cuenta el maestro para conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje", explicó.

    "Es una práctica que se viene dando cuatro o cinco años para acá, pero no está reglamentado, no es ley que el trabajador herede su plaza, es una costumbre que se está volviendo generalizada".

    Humberto Domínguez Betancourt
    Dirigente de la CNE