"Deja huella en la danza"
Martha Josefina Guerra Miguel
Esposo: Francisco Sánchez Peña
Hijos: María Fernanda y Jimena Sánchez Guerra, quienes son mi mayor satisfacción, son excelentes hijas y grandes profesionales de la danza.
Color favorito: "Es el blanco, el cual me significa paz, pureza y valores que trato de fomentar en las alumnas y en lo que me rodea".
Sueña con: "Mi anhelo es dejar un legado a mi estado con el estilo propio de nuestra escuela, por las distintas disciplinas técnicas que fusionamos dejando huella en cada una de las estudiantes y motivarlas para que ese espíritu de artista que todos llevamos dentro imprima el sello de la compañía Sinaloa Danza Teatro que ha logrado triunfos a nivel internacional".
Frase: La cultura es el escaparate de un pueblo.
Profesión: Artista, bailaora, bailarina bolera, maestra, coreógrafa y empresaria.
Martha Josefina Guerra Miguel a quien se le conoce como Chepina Guerra, de pequeña era una niña soñadora, estudiosa, siempre con el gusto por el arte y feliz, porque desde el kínder su mamá le hacía los trajes para bailar, ahora, después de años de esfuerzo es una artista, bailaora, bailarina bolera, maestra, coreógrafa y empresaria.
Una relación excelente
"La relación con mis padres y hermanos fue excelente, apoyaban mi gran pasión por la danza, era participativa y amiguera, siempre me gustó marcar el rumbo, lo que me ayudó a ser ahora una persona firme, auténtica y leal a mis convicciones, transparente, maestra de corazón y artista fiel al llamado de mi vocación", expresó Guerra Miguel.
Con el tiempo, después de esfuerzos y dificultades por separarse del seno familiar para salir a estudiar a otro país, siendo fiel a su vocación, formó una escuela de baile.
"Siempre me gustó bailar, tomé la decisión de dar clases promoviendo esta disciplina ya que tuve la ilusión de estudiar de manera profesional a los 14 años en Guadalajara y después en el Instituto Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México, donde paralelamente iniciaba como bailadora con el maestro Óscar Tarriba, quien me motivó para realizar mis estudios superiores en Madrid, España", comentó la profesora.
Su don y pasión
Mencionó que el don y la pasión por el baile español, es un regalo de Dios que le dio la oportunidad de prepararse y conocer a mucha gente interesante, habriéndole los caminos que hasta la fecha ha recorrido.
"Actualmente, me he enfrentado a varios obstáculos, a todos los que te puedas imaginar esto sólo me ha hecho una mujer más fuerte y preparada para lograr todas mis metas, pero los he superado con el apoyo de mis seres queridos, hijas y las familias sinaloenses que han confiando en mi para enriquecer el desarrollo integral de sus pequeñas, dándome siempre su apoyo, por lo que estoy infinitamente agradecida", mencionó Chepina Guerra.
"Ahora, la escuela está por cumplir 50 años, inicié en una sala de juegos que a iniciativa de mi amiga, Milú Bátiz de Hernández desinteresadamente me reunió a las niñas de la familia Echavarría, Bon Bustamante, vecinos y amistades iniciando así la historia".
Buscar el talento de los niños
Además está a cargo de Chepina Guerra Fundación Pro Danza, la cual pretende personalizar a niños y jóvenes con talento y condiciones que aspiren a culminar la carrera de bailarines ejecutantes y en breve, obtengan la Licenciatura en Artes Escénicas.
"En la actualidad reforzar los valores es un requisito de todas las personas que formamos parte de esta institución, es lo que nos ha caracterizado todo este tiempo fomentándolos y así cosechar seres excelentes, y he sido una mujer convencida que entre más personas con educación y valores, harán de esta sociedad, la mejor" finalizó.