"'Desnuda' Leydi a SEPyC"
MAZATLÁN._ De Leydi se dicen muchas cosas, y de sus abuelos, también.
La realidad es que la niña de apenas 15 años, es la alumna que mantiene en "jaque" al sistema educativo del Estado; su caso puso en evidencia la ausencia de programas especiales para atender y evaluar a estudiantes como ella, con alteraciones de conducta o con necesidad de atención sicológica o médica.
El problema fue público el pasado 4 de noviembre en la Secundaria Federal 2 "Leyes de Reforma", cuando sus compañeros suspendieron clases y exigieron la expulsión de la niña.
Ese día maestros y autoridades regionales de educación básica se declararon incompetentes y pasaron el caso a las oficinas centrales de la SEPyC. Así, nomás, lo evitaron.
El conflicto inició con el arranque del ciclo escolar 2014-2015, Leydi, una joven delgada, alta, de cabello largo, llegó de nuevo ingreso al tercero C. Unos días después ya había problemas.
Primero, sus compañeros la acusaron de agresiva, después los maestros la señalaron por amenazas verbales, incluso de golpear a un coordinador académico.
A Leydi se le ha señalado de vender droga, de difundir en redes sociales videos con contenido inapropiado, de golpear a maestros y hasta de llevar armas en su mochila; nada comprobado.
Fue el pasado 4 de noviembre cuando el conflicto interno estalló para hacerse público, ese día los padres de los estudiantes de Tercero C exigieron la salida de la niña, y luego de junta de maestros se acordó poner el caso en manos del Estado, ahí estuvieron Toribio Colado, jefe de los Servicios Regionales de la SEPyC, y Arturo Cundapí Ramos, coordinador de secundarias federalizadas.
Ellos autorizaron soltar el caso y se declararon "incompetentes".
A partir de entonces los alumnos han suspendido clases más de siete ocasiones; junto a sus padres han encabezado tres bloqueos en la Avenida Juan Pablo II y otras manifestaciones al interior, tan sólo la semana pasada colgaron pancartas y persiguieron a Leydi por todo el patio.
La medida
El pasado 21 de noviembre, el Secretario de Educación Pública y Cultura, Francisco Frías Castro, declaró sobre el conflicto. En una visita al puerto aseguró que el acuerdo fue separar a Leydi de la escuela, con alternativas de ir a otros planteles, pero en la federal 2 ya no la aceptarían.
Sin embargo, la medida creció el conflicto, la familia de Leydi llevó el caso a los tribunales y el 25 de noviembre presentó en la Secundaria un amparo cedido en el Juzgado Décimo de Distrito, lo que legalmente permitía la entrada a la niña.
Con ese documento Leydi ingresó a la secundaria, pero el conflicto se avivó.
Desde entonces a la estudiante la rechazan todos los días, ha tenido que brincar la barda para entrar porque no le abren la puerta.
Hoy la situación ya es extrema. El conflicto mantiene al desnudo la ausencia de autoridad de la SEPyC, y hasta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, donde hay un expediente abierto, sin eco.
Actualmente las autoridades de la Secundaria han reforzado la vigilancia interna, los padres enfrentan a los abuelos de la niña en los pasillos y algunos alumnos se salen del salón cuando Leidy entra. Así ha pasado más de un mes sin que el Estado logre resolver.
El conflicto lleva más de un mes y la SEPyC no ha intervenido con programas de apoyo. Leydi no tiene todavía un diagnóstico de salud mental, de conducta o de personalidad; tampoco existe consenso con los padres de familia para llegar a un acuerdo.
Y aunque el titular de la SEPyC aseguró que sí tienen programas para atender conflictos así, la realidad no lo respalda. El caso sigue cada día peor en la secundaria "Leyes de Reforma".
'Me siento triste'
Leydi habla poco. Más bien, dice, se le han ido las ganas de platicar.
"No entiendo mucho esto, pero a veces me siento triste... Por todo", dice la niña, la de 15 años, la que desnudó la ausencia de programas especiales de la SEPyC.
Su voz es tenue, pero firme.
A veces, cuando no la ven, saluda a algunos estudiantes, a los que todavía le hablan en la secundaria federal 2. Los que no la han vetado.
Leydi quiere ser maestra, como su abuela, lo dice en voz baja.
Su situación no es sencilla, ella ha vivido momentos difíciles desde su infancia.
La SEPyC aseguró que ha pasado por siete primarias y por dos secundarias, de las últimas la han dado de baja por conflictiva, incluso hubo una denuncia penal por agresiones de otros alumnos.
Aunque eso tiene explicación, dice Angélica, su abuela una maestra de preescolar jubilada, que se niega a revelar por qué su hija, la madre de la niña, se la dejó.
"Yo me hice cargo de ella y de su hermana. Su mamá está cerca, pero yo respondo. A ella la han rechazado, le han inventado muchas cosas, lo que sufre es bullying, pero las autoridades no lo van a reconocer", comentó.
Angélica se ha mantenido como la otra protagonista del conflicto, el viernes pasado fue acusada de golpear a varios compañeros de Leydi; otros días exige a gritos entrar a la secundarias y otras más se queda adentro esperando a su nieta.
Se le percibe a la defensiva, por momentos alza la voz, luego reflexiona.
"Yo voy a seguir, voy a llegar hasta las últimas consecuencias. La niña tiene derecho a la educación y no tienen por qué sacarla de esta escuela", advirtió.
El conflicto.
4 de noviembre
Alumnos de todos los grados suspendieron clases y padres de familia exigieron la salida de Leydi.
12 de noviembre
Otra vez alumnos pararon clases y bloquearon la Avenida Juan Pablo II.
19 de noviembre
Alumnos y padres se manifestaron nuevamente y bloquearon otra vez la avenida. Algunos estudiantes se salieron por temor a Leydi.
20 de noviembre
Luego de 16 días de conflicto la SEPyC decidió separar de la secundaria a la estudiante. Ese mismo le prohibieron la entrada a la niña.
21 de noviembre
Ya con la expulsión de la menor la escuela mantuvo vigilancia policíaca afuera del plantel.
22 de noviembre
La Visitaduría Regional de Derechos Humanos confirmó que existe un expediente de investigación y que no se puede violar los derechos de Leydi.
25 de noviembre
La familia de la niña presentó un amparo contra la decisión de expulsión y llevó a Leydi a la escuela.
3 de diciembre
Los estudiantes de Tercero C abandonaron las aulas cuando entró la niña y sólo ella tuvo clases.
5 de diciembre
Los abuelos de la estudiante fueron acusado de golpear a compañeros de la menor.