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"ALMAS DE ACERO"

"El forjador de carácter"

"Berc Zorian, "El Zorro", nació en la pobreza y en un entorno peligroso minado por conflictos religiosos"
10/11/2015 07:38

    Berc Zorian 
    Director Técnico 

    Berc Zorian, "El Zorro", nació en la pobreza y en un entorno peligroso minado por conflictos religiosos; fue su convicción férrea la que lo sacó adelante; llegó a jugar balompié profesional en Turquía y Estados Unidos; ahora no sólo es el Director Técnico del primer equipo de futbol de amputados en México sino el guía de unos chicos a quienes cambió su vida 

    Décima y última parte

    MAZATLÁN._Es el crudo invierno de Zara, al este de Turquía. La temperatura es abajo de cero. La tierra café que alguna vez pisaron fundadores de grandes civilizaciones se cubre de nieve.
    Dos niños caminan de regreso a casa. El pequeño Berc, de apenas 7 años, y su hermano Garbis, de 9, han recorrido varios kilómetros en busca de agua. Consiguieron llenar sus cubetas y ya están de regreso.
    En la vivienda de arcilla los esperan sus padres y 10 hermanos. Al entrar, intentan sacudirse el frío y buscan un lugar en el suelo de tierra para sentarse a comer.
    Se alimentan de lo que pueden: arroz y té, principalmente. Llega la hora de dormir y el clima está helado. La madre calienta algunas piedras que luego colocará debajo de los tendidos para que sus hijos puedan conciliar el sueño. Duermen, mañana será un nuevo y duro día.
    Berc Zorian despierta de sus recuerdos 60 años después. Tras un sorbo de café, el armenio de nariz pronunciada y una sonrisa aun mayor, describe pasajes de su infancia.
    "Sé qué es la pobreza y necesitar algo; sé qué es la ayuda porque gente me ayudó", expresa.
    Es el director técnico de los Zorros de Sinaloa, el primer equipo de futbol de amputados en México.
    "El Zorro", como lo apodan desde que llegó en 1970 al continente americano y en cuyo honor se ha nombrado al equipo, cuenta su historia entre un oleaje de emociones. Pasa del entusiasmo y optimismo, a la tristeza y a ojos húmedos; de la indignación por promesas de apoyo incumplidas, brinca a la euforia por sus jugadores.
    Ex futbolista profesional en Turquía y Estados Unidos, no solamente entrena físicamente y en técnicas de balompié a este ejemplar conjunto. Al conocerlo, se entienden muchas cosas.
    Es el escultor que forja estas almas de acero. El cincel es su sensibilidad y el martillo su carácter formado en la lucha por la sobrevivencia, tras una infancia de pobreza y un entorno de persecución religiosa.
    Es Berc Zorian, "El Zorro".

    'No tienes opción,
    tienes que sobrevivir'
    En 1915 sucedió lo que la historia cuenta como el Genocidio Armenio. Entonces, el Imperio Otomano, de religión musulmana, expulsó de la región y asesinó a los armenios cristianos, mientras la atención internacional estaba en la Primera Guerra Mundial.
    Se habla de al menos medio millón de víctimas durante dos años. Los ecos de la persecución religiosa seguirían a través de los años. La daga alcanzó a Manas, el abuelo de Berc.
    "En 1915 degollaron a mi abuelo. Fueron puerta por puerta", dice.
    Ese era el mundo en el que creció el pequeño Berc, en Zara, su pueblo natal al este de Turquía, donde las mamás como la suya parían a sus hijos en casa sin ayuda de médicos o enfermeras. Como cuando nació él en octubre de 1944.
    "No tienes opción, tienes que sobrevivir. Nunca había visto un pedazo de carne en mi vida. ¿Sabes? ¡Un gran pedazo de carne! Comíamos sopa, té, arroz, frijoles. ¿Sillas? ¿Mesa?, nunca había visto nada de eso en mi vida. Hasta que entré al internado, nunca había visto una silla".
    La única oportunidad para estudiar llegaba a través de padres cristianos que recorrían pueblo por pueblo ofreciendo escuela, pues buscaban formar futuros sacerdotes. A sus 9 años, Berc quería aprender, así que sus padres autorizaron su partida al internado en Estambul.
    "¡Iba a ser sacerdote!", expresa en una sonrisa que muestra todos sus dientes.
    Pero durante los nueve años que estuvo en el internado, Berc tenía una idea de dios más esférica. Sus deseos estaban en el futbol.
    "Tenía 14 años", relata, "a las 3, 4 de la mañana (se escapaba de la escuela), sin dinero, en invierno, sin zapatos, nada, me brincaba la barda para jugar futbol.
    "En aquel tiempo el que jugaba futbol era visto como un chico malo; me escapaba, corría millas y millas, tomaba una barca, iba a prácticas".
    Así fue creciendo e involucrándose en el balompié. A los 18 años ingresó a la carrera de Derecho en la Universidad de Estambul, estudio que alternó por tres años con el futbol, hasta que le ofrecieron su primer contrato profesional con el equipo Taksim y abandonó la escuela.
    "Quizá fue un error, no lo sé", reflexiona.
    Su suerte mejoró. Con la paga pudo comprar una casa para sus papás y su primer negocio: una tienda de platería.
    En 1970, a la edad de 25 años, Berc Zorian recibió una oferta que no podía rechazar. El equipo Toros de Los Ángeles le ofreció un lugar y el joven armenio aceptó. Así fue como llegó al continente americano para jugar en la entonces Liga Nacional de Futbol Profesional de Estados Unidos. Y ahí es donde recibe el apelativo de "El Zorro".
    Solamente que a los 6 meses el club quebró y el equipo desapareció, por lo que pasó a las filas de Homonetman, conjunto armenio con el que fue campeón tres veces al hilo.
    El destino daría otro tirón que lo acercaría aún más a los jóvenes de los Zorros de Sinaloa.
    Por amigos en común conoció a Fabiola, originaria de Pánuco, Concordia, pero radicada en Mazatlán, quien lo flechó en una boda realizada en Los Ángeles. Era 1981. Se casaron al poco tiempo.
    "Me casé y comencé a trabajar porque necesitaba dinero", dice Berc.
    El futbolista emprendió una nueva carrera ahora como empresario, camino que ya había comenzado en Estambul con su tienda de platería.
    Después de algunos negocios, creó Zorro's Classic Carpet and Tile, una tienda de alfombras, tapetes y mosaicos con la cual pudo sacar adelante a su familia, tras la incertidumbre del futbol profesional de los EU en aquella época.
    Berc toma un respiro y luego otro sorbo de café. Suspira. La marea de emociones lo cansa. Tantos recuerdos. Y cuenta el secreto para mantener esa energía optimista que lo caracteriza después de su infancia de carencias y peligros.
    "Es sicología humana. ¿Qué haces? Tienes que hacerte más fuerte. Si alguien te dice no puedes hacer esto, pues lo tienes que hacer, eso te hace más fuerte. Así es, eso es sobrevivencia".

    La cruzada del 'Zorro'
    Berc es un hombre emocional, pero también de carácter fuerte. Cuando a finales de 2010 conoció el proyecto del equipo de futbol de amputados por medio de Don Bennett, fundador de esta categoría en el mundo, tuvo sus dudas. Fue la historia de un joven sin pierna y en marginación la que lo motivó a abrazar la iniciativa.
    Desde entonces se convirtió en su cruzada. Primero había que reclutar jugadores. Logró convencer a cuatro, pero pasaron meses y no había respuesta.
    "Dije, tengo que renunciar", confiesa, pero sus primeros cuatro elementos le suplicaron que no lo hiciera.
    La mecha encendió y ahora tiene 14 jugadores dispuestos a pelear por la titularidad.
    "Es un compromiso ahora, es un compromiso, tengo que hacerlo".
    Otra historia es la de las promesas políticas, que después de 14 meses de escuchar palabras de funcionarios, con algunas excepciones, el eco del vacío sigue resonando.
    Pero el "Zorro" es astuto y terco, se las ha ingeniado para salir adelante durante más de un año; siempre a su lado Fabiola, su esposa y traductora, quien le auxilia en cada entrenamiento. Su empuje no sólo lo levanta a él sino a estos muchachos a quienes, de alguna u otra manera, les ha cambiado la vida.
    Los reta, los pone a prueba, forja el acero de sus almas y los transforma en barones de la cancha con orgullo impenetrable.
    "Espero que todo el país se involucre con estos chicos porque necesitan ayuda. Nos son extraños, son nuestros chicos, necesitan ayuda. Y no es el futbol. Estos son nuestros chicos. Es tu hermano, son mis chicos, son la familia de alguien, de eso se trata".