"Ellos Mueven A Mazatlán/Un oficio con sabor"
Melissa Sánchez
MAZATLÁN.- Familiarizado desde muy niño con la venta de cocos, José López Juárez decidió seguir los pasos de su abuela y continuar con el negocio que le perteneció a ella por más de tres décadas.
Cuando José tenía 8 años, solía acompañar a su abuela durante sus jornadas de trabajo en una carreta de cocos, ubicada en la Avenida Paseo Claussen, justo en una esquina de la Facultad de Ciencias del Mar de la UAS.
"Hace 4 años ella me pasó el negocio a mí. Me dijo, 'para que formes tu familia y, si quieres, para que te puedas sostener de este negocio'", afirmó.
Aunque al principio no sabía distinguir entre un coco duro y uno tierno, el tiempo ha convertido a José en todo un experto, pues además sostiene que no cualquiera tiene la habilidad de partir un coco.
"Mi abuela me dijo una vez que quería verme partir un coco y yo agarré el machete y lo partí. Me dijo que lo hice bien y fue por eso que me pidió quedarme a trabajar con ella", relató.
"Cuando empecé a trabajar el coco, llegaba la gente y me decía 'un coco tierno', y yo por no saber sacaba uno duro, o al revés, pero ya con el tiempo fui conociendo el coco, por el peso y la cáscara", confesó entre risas.
Tener el mar de fondo y la interacción que a diario tiene con sus consumidores son las cosas que hacen que José disfrute mucho de su trabajo.
"Veo diferentes tipos de personas aquí, es lo que más me gusta. Y estar aquí, cerca del mar, mucho más, porque me siento relajado", señaló el hombre de 30 años.
José López Juárez
Profesión: Es vendedor de cocos, un oficio que aprendió y heredó de su abuela, a la que acompañaba de niño a venderlos en el Paseo Claussen.