"En Mar & Sea"

"En Mar & Sea"
16/11/2015 10:02


    Se trata de una fotografía donde un risueño Juan Millán tiene tomado por el hombro a Gerardo Vargas Landeros y están además Héctor Melesio Cuén, que tiene a la diestra al Rector de la UAS, y el diputado pasista Robespierre Lizárraga, y al fondo, muy al fondo, el diputado federal Heriberto Galindo.

    Hay una máxima del otrora todopoderoso Fidel Velázquez que fue durante décadas una regla no escrita en la política priista: Quien se mueve no sale en la foto, decía el hombre más caricaturizado en su época, para evitar los
    albazos de adelantados a un cargo de elección popular. Evidentemente los tiempos han cambiado y ahora el que no se mueve no sale en la foto. Éste quizá ha sido uno de los regalos más valiosos que trajo la alternancia política que acrisoló un anacronismo presidencialista y su dedazo omnipotente que hoy, al menos en Sinaloa, buscan ponerse en jaque en la lucha por el poder. 
    Y es que ese anacronismo provocó una reacción dañina para la política que se volvió más de grupo y cada vez menos de partido. Y sólo recordemos que los partidos todavía en la Constitución siguen siendo "entidades de interés público" y en función de eso más la ley de partidos políticos es lo que debería marcar la actuación de las formaciones políticas. 
    Viene a cuento todo esto porque la semana que terminó, el portal de noticias Café Negro publicó una fotografía donde algunos personajes políticos compartían de todo: "de política, de las encuestas que se han publicado de los candidatos a diputados federales, de futbol y hasta de box, pero no de la sucesión gubernamental", y departían quienes hasta hace unos días cuidaban este tipo de imágenes públicas.

    Foto
    Se trata de una fotografía donde un risueño Juan Millán tiene tomado por el hombro a Gerardo Vargas Landeros y están además Héctor Melesio Cuén, que tiene a la diestra al Rector de la UAS, y el diputado pasista Robespierre Lizárraga, y al fondo, muy al fondo, el diputado federal Heriberto Galindo, además de otros personajes no identificados, pero seguramente con visibilidad pública.
    Esta imagen tendría poca relevancia si no fuera por dos razones: Una, todos ellos tienen un papel más o menos relevante en la política estatal y aspiran reforzarla en el siguiente sexenio; y dos, que ocurre luego de una comida que sostuvieron Juan Millán y David López donde entre viandas y vinos seguramente se habló de lo que supuestamente faltó en este convivio, como es la sucesión.
    Para analizar la imagen que está en la red hay que partir del lugar del encuentro. Mar & Sea es propiedad de Juan Millán, a quien se le atribuyen capacidades que pocos políticos sinaloenses tienen, y una de ellas muy relevante y notoria. La de poner gobernadores como impuso su propia nominación en 1998, luego la de Jesús Aguilar y la de Mario López Valdez, que en agradecimiento lo identifica como su padrino político. 
    Con esta trayectoria no es nada raro que tratará de hacer lo mismo en el 2016. Luego entonces todos sus actos públicos, como siempre, son políticos. La difusión de esta imagen entonces busca proyectar la idea de que viniendo de menos está logrando que se le reconozca paulatinamente. Ahí está en esa mesa de políticos satisfechos, la vertiente del gobernador personificada en Gerardo Vargas, la dupla Galindo-López y la del PAS.

    Triada
    Una triada difícil de derrotar si se deciden ir en contra de la oposición. Los grandes ausentes en la foto son los panistas, perredistas, petistas y militantes del Movimiento Ciudadano. Aquéllos que fueron los grandes aliados en 2010 y que el rosarense se encargó de convencerlos de ir coaligados contra el candidato priista y luego recompensó, de acuerdo con Malova, otorgando distintos cargos de la administración pública. Igual, tampoco, hay ningún miembro de la familia Salido que hace esfuerzos por ser el eje de la alianza triunfante de 2010 para el 2016, ahora con la ausencia de Millán Lizárraga en Las Lichis. 
    Por el otro lado, una fuente bien informada cuenta que la semana pasada se celebró una comida entre Juan Millán y David López, a quien algunos todavía consideran el candidato de la Presidencia de la República, aunque algunos
    cercanos nos dicen que él ha decidido no participar y brindar todo su apoyo a Heriberto Galindo en sus aspiraciones de ser nominado gobernador, con quien lo hermana la patria municipal y una larga carrera concurrente.

    Millán-López
    Aquella fuente sostenía que la reunión de los dos políticos ya no tenía sentido, pues las cosas se estaban haciendo al margen del centro, y si nos vamos por la presencia de Heriberto Galindo en esa mesa, todo parece que sí tuvo un sentido. 
    Hoy los polos priistas parecieran que se empiezan acomodar y es que el pastel no es chico. Sinaloa, aun con todas las dificultades económicas no se ha acabado y hay mucho margen de hacer los negocios que marcan los tiempos. Y bueno, especulando, en esa lógica la mano de Millán está entrenada en dar y repartir poder. 
    Ciertamente es un supuesto, pero la política se construye con esos pequeños detalles de enorme carga simbólica para el imaginario regional. El primer paso se ha dado y tiene qué ver con la distensión del ambiente político y el acercamiento que es fundamental en política para el reconocimiento de las partes, y más que eso la influencia de Millán. 
    Si hacemos buena la supuesta queja que David López llevó al Presidente y luego al Secretario de Gobernación, y que la confió Heriberto Galindo al director de Riodoce, más el trascendido del jalón de orejas del subsecretario de Gobernación a la senadora Diva Hadamira por adelantada, podemos considerar que las cosas se empiezan a encauzar en un sentido distinto al que había hasta hace unos días, y por ello desde este espacio habíamos sugerido que la situación tendía a polarizarse. 
    Entonces, aun cuando todavía es prematuro afirmar que la correlación es definitiva, Millán esperaba este reconocimiento del centro y al parecer ya lo tiene, y por eso está tan contento, pues puede dar el siguiente paso. Igual tendría un plan B por si los cauces de la política toman otro curso, que también es una hipótesis.

    Malova
    Lo que sí parece sorprendente es que ante la pregunta de los periodistas sobre la foto, el Gobernador haya respondido molesto y seguramente no es porque no se le haya invitado a compartir las viandas marinas y los vinos de la cava de Mar & Sea, sino porque en esa lógica podría estar perdiendo espacio político en favor del rosarense. Pero eso es materia de otro artículo.