"Entre el silencio y la violencia"

"Entre el silencio y la violencia"
07/11/2015 08:03

    Óscar Ricardo Flores

    Más allá de la violencia intrafamiliar cotidiana fácilmente identificable, como los golpes o los gritos, hay otro tipo de intimidación, la violencia del silencio, señaló karla América Rojo Montes de Oca.
    La directora del sistema para el Desarrollo Integral para la Familia en Ahome dijo que dicha agresión es "invisible" pero quizás aun más peligrosa es el silencio que el maltrato físico.
    "Hay esposos que no toman, no se drogan y no golpean a su pareja, pero que su violencia es el silencio, van acumulando su ira, caen en una depresión profunda y su reacción puede ser violenta y si comenten algo grave se suicidan", señaló.
    Rojo Montes de Oca comentó que el silencio en una circunstancia de intimidad, sea voluntaria o no, es interpretado generalmente como una amenaza, un peligro, ya que se anula así un medio (el verbal) por el cual es posible conocer las intenciones del otro.
    La funcionaria dijo que ciertamente nunca es posible conocer completamente dichas intenciones, pero que existen casos en donde el padre o la madre sin decir una sola palabra actúan de dicha forma y se dañan.
    "El silencio también mata, hay personas que sin emitir amenazas verbales, intimidan a sus parejas o a los integrantes de la familia, se han registrado casos que él o ella, guardan silencio cuando enfrentan problemas familiares, pero que actúan de tal forma que se dañan", subrayó.
    Rojo Montes de Oca dijo que los protagonistas intentan predecir la conducta del otro, y la predicción es inevitable, porque el silencio funciona como una amenaza.
    "La cifra negra, es decir, los casos  de violencia que no se denuncian superan el número de los registrados; sin embargo, difícilmente se puede obligar a las víctimas a que evidencien dicha conducta, puesto que creen que es normal los golpes, gritos y el maltrato sicológico", subrayó.
    La directora de DIF lamentó que muchas mujeres son acosadas, amenazadas y golpeadas, pero que no dan parte a las autoridades porque consideran que es una vida normal.
    "En cambio en los casos en donde no hay palabras, ni gritos y si hay silencio no se puede predecir como va a actuar cualquiera de la pareja que utilice el silencio como violencia, es decir, este puede actuar de forma inesperada y violenta", explicó.