"ESPECIAL | 'Juego explosivo'"

"En México, el uso de cohetes y fuegos artificiales es una tradición arraigada, sobre todo en esta época navideña"
08/11/2015 14:56

    Melissa Sánchez

    MAZATLÁN_ Quien juega con fuego, tarde o temprano se quema. Este dicho resulta atinado para los que gustan de la pirotecnia.
    En México, el uso de cohetes y fuegos artificiales es una tradición arraigada, sobre todo en esta época navideña. Pero los riesgos para quienes los manipulan son considerables.
    Aunque el número de casos de incendios y accidentes provocados por la pirotecnia es alto, son pocos los que realmente huelen el peligro y evitan la utilización de cohetes.
    Mazatlán es un ejemplo, incluso, instancias como Protección Civil Municipal, el Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja han manifestado su preocupación por la indiferencia que muestran los porteños ante esta problemática que involucra principalmente a niños y adolescentes.
    Alfredo Galaviz Solís, coordinador de Protección Civil Municipal, comentó que son ellos los mayores consumidores de cohetes, los mismos que utilizan este tipo de artefactos de manera inconsciente e irresponsable.
    La prueba está en el número de niños que año tras año sufren de quemaduras o daños oculares a causa de la quema de cohetes sin supervisión adulta.
    Aunque en esta época decembrina no se han presentado casos de accidentados, aún no se puede cantar victoria, comentó Omar Sillas Arévalos, doctor general de la Cruz Roja; lo peor podría darse en los festejos de Navidad y la víspera de Año Nuevo.
    "Lo que más se presenta son quemaduras, que pueden ser de primero, segundo y pueden llegar a ser hasta el tercer grado. Lo más común que vemos son las de primero y segundo, que afectan lo que es la piel superficial y la segunda capa, es decir, la epidermis y la dermis; las de tercer grado, las más graves, pueden llegar a afectar el tejido celular subcutáneo y hasta el hueso", apuntó.
    Las quemaduras de tercer grado, dijo, no cicatrizan bien y pueden dejar a los heridos con muchas secuelas, como dificultades en el movimiento del miembro o área afectada, por mencionar algunos.
    "También se han dado casos en donde el barrilito y los cohetes les pueden tronar en las manos y la misma exposición genera daños en la córnea, los ojos, o incluso volarle los dedos... aunque son casos más aislados", aseguró Sillas Arévalos.
    Igual de preocupante que los daños físicos es la cuestión de quienes los propician: los negocios clandestinos y comerciantes informales encargados de la venta indiscriminada de artefactos pirotécnicos, que son difíciles de detectar y se han convertido en un mal imparable en la ciudad.
    Para prevenir estos casos, Protección Civil trabaja en programas para crear conciencia sobre el riesgo de usar cohetes entre la población infantil.
    Lo anterior se suma a los operativos de decomiso de pirotecnia que la instancia gubernamental realiza de manera constante.
    Todo material explosivo, derivado de la pólvora, debe ser supervisado por la Secretaría de la Defensa Nacional. A eso responde que no cualquier persona está facultada para venderlo o jugar con él, reiteró el coordinador de Protección Civil Municipal.
    Así lo marca la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, que en el artículo 53 dice que "la compra-venta, donación o permuta de armas, municiones y explosivos entre particulares, requerirá permiso extraordinario".
    Los permisos para el uso de pirotecnia generalmente se expiden a quienes se dedican a esta actividad de manera profesional, no para particulares o vendedores al menudeo.
    Protección Civil se encarga de hacer operativos de decomiso de pirotecnia cuando detecta o recibe una denuncia sobre un establecimiento o un vendedor clandestino de cohetes.
    Una vez confiscado el material, dijo, la dependencia está facultada para entregarlo al Ministerio Público, quien se encargará de su posterior destrucción.


    'Cualquier cohete es peligroso'
    Melissa Sánchez


    Vender a un niño palomitas, barrilitos, cebollitas y toda la gama de cohetes que existen en el mercado, es como ponerle una pistola en la mano, reconoció Juan José Ruiz Andrés.
    El propietario de la empresa Mazatlán Fireworks, que se ha encargado de organizar en varias ocasiones los espectáculos pirotécnicos de eventos como el Combate Naval del Carnaval y el Festival de la Luz, aseguró que aunque las personas minimicen el peligro ante un pequeño cohete, no existe alguno que sea totalmente inofensivo.
    "Cualquier cohete, por muy inofensivo que te digan que es, como las varillitas esas que te venden en los semáforos, también son peligrosas. Entonces, todo lo que tenga lumbre es peligroso, porque un solo cohete que dejes en un lugar donde arda o agarre fuego, ya no lo paras", recalcó.
    Dicha juguetería, como Ruiz Andrés califica ese tipo de cohetes expedidos ilegalmente en tienditas y al menudeo, no tienen entrada en su negocio y mucho menos los comercializaría entre los niños.
    Ruiz Andrés señaló que hacer espectáculos de fuegos artificiales no es algo inalcanzable para cualquier persona, siempre y cuando se tomen las medidas y la instrucción necesaria para manejar este tipo de materiales.
    "Nosotros como empresa hacemos el espectáculo..., vendemos pirotecnia, porque tenemos pirotecnia personalizada, tenemos "cakes", tenemos cohetes que se le pueden vender al público, a cualquier persona, bajo las reglas y lineamientos que nos da la Sedena", aseguró.


    Prevén aumente 50% los 'cuetazos'
    Gabriela Soto


    Los accidentes ocasionados por "cuetes" durante los días festivos aumentan desde un 50 hasta a un 100 por ciento, indicó Galo Vladimir Castrejón García, Coordinador de Servicios Médicos de Cruz Roja.
    De los 63 casos de atendidos en el área de pediatría durante la semana pasada, siete corresponden a lesiones por "cuetes", y aun se estima un incremento para los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero, señaló el médico.
    "En estos días festivos es cuando más nos llegan los casos, se duplican o se triplican. Esperamos que se incrementen desde un 50 hasta un 100 por ciento", estimó.
    Los niños afectados han presentado quemaduras de primer grado, consideradas superficiales que dejan una cicatriz en la piel.
    "Las lesiones que se han presentado no han sido graves, solamente, son quemaduras superficiales que con lavado y antibiótico pueden salir adelante", explicó Castrejón García.
    Sin embargo, los niños están expuestos a las quemaduras de segundo nivel que forman inflación y ampollas en la piel. Mientras las de tercer grado afectan los tejidos profundamente que propician limitación y afectación en los órganos, señaló.
    Exhortó a los padres de familia a evitar la práctica que puede derivar en un daño permanente, con hospitalización por semanas y altos costos económicos en el pago de clínicas y compra de antibióticos.
    En el mes de diciembre de 2009 se brindaron 2 mil 100 servicios de urgencias médicas. De los cuales, 218 casos fueron de pediatría, especificó.
    También mencionó que los accidentes en hogares se han incrementado, principalmente, por cortaduras y realizar juegos peligrosos.