"ESPECIAL/La Chicayota: Riqueza ecológica"

"En este pueblo los turistas pueden disfrutar del capital cultural y natural de la región"
09/11/2015 08:47

    CULIACÁN.- La Chicayota es un pueblo situado unos kilómetros antes de Mazatlán y muy cerca de la playa conocida como Las Labradas, rodeada de diversa riqueza natural y cultural. Su gente muestra a los turistas que pasan por ahí la calidez de su comida y hospitalidad.
    Con el apoyo otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en su programa de apoyo de empleo temporal para áreas rurales, los habitantes de este pueblo tienen la oportunidad de mostrar a los sinaloenses un turismo ecológico y sustentable.
    "Nosotros hemos trabajado con 34 proyectos distintos de empleo temporal en diferentes comunidades en todo el estado, ahí llevamos estufas ahorradoras de leña, con esto se tumban menos árboles y se emite menos CO2 a la atmósfera", dijo Carmen Torres Esceberre, delegada de la Semarnat.
    En este pueblo, como en muchos más, se cuenta con un centro de atención a visitantes que la Secretaría apoya para su construcción, levantamiento y promoción en el estado con el fin de dar a conocer a la sociedad una cultura distinta.
    En estos apoyos se beneficia a los habitantes del pueblo, porque son ellos los que se encargan de todo desde la comida hasta de los paseos turísticos que se ofrecen.
    Para llagar La Chicayota se tiene que atravesar un camino de tercería que bien vale la pena para llegar a un restaurante construido con materia natural como palma, palos y barro, todo amigable con el medio ambiente.
    En el lugar se cuenta con comidas típicas de la región como lo son los mariscos que son pescados muy cerca de ahí, en la playa de las Labradas por los mismos pobladores.
    Para la preparación de los platillos se cuanta con frutas y verduras orgánicas sembradas en el mismo patio del restaurante de la manera más natural y a las cuales tienen acceso los visitantes como muestra de su esfuerzo.
    Después de disfrutar de una deliciosa comida orgánica, y que contribuye con el cuidado de la tierra, se les ofrece a los visitantes el ya muy tradicional pan Sinaloa conocido como "pan de mujer", horneado en el patio trasero por mujeres de la comunidad.
    "En estos lugares se muestra la riqueza natural; por ejemplo, hay senderismo y se le muestra a la gente las especies de flora y fauna típicas de la región", manifestó.
    La delegada resaltó que aparte de mostrar las riquezas naturales, también se dan a conocer las riquezas culturales, por eso la importancia de la comida representativa del pueblo.
    Tras disfrutar de la comida, o incluso antes, se puede realizar senderismo no muy lejos de la entrada del pueblo y pasando las vías del tren hay un lugar en el cual las aves descansan y la flora es más diversa.
    Es un recorrido de al menos 1 kilómetro, en el cual se pueden encontrar estaciones de descanso para los turistas o para la mejor observación del área; los habitantes sirven como guías.
    No muy lejos del pueblo, ya para terminar el recorrido, se encuentra la playa de Las Labradas la cual cuenta con cabañas y un museo que fue financiado por la Semarnat para crear empleo permanente.
    En el museo se puede observar la historia que rodea esta mítica playa y se explica de manera detallada el hallazgo de las rocas que se encuentran en la orilla del mar, así como también se muestra la danza y la vestimenta tradicional.

    UBICACIÓN
    La Chicayota está ubicada en el municipio de San Ignacio. Antes de llegar a la caseta de cobro hacia Mazatlán se entra por una desviación de tercería y se recorre al menos 1 kilómetro antes de llegar a al comunidad que cuenta con una diversa riqueza natural y cultural.

    RIQUEZA NATURAL
    Muy cerca del pueblo se encuentra la playa de Las Labradas a la cual se puede acudir dentro del recorrido de senderismo que los habitantes del lugar dan a los turistas.

    PATRIMONIO CULTURAL Y ECOLÓGICO
    Dentro de las riquezas culturales de La Chicayota está su comida, la cual es totalmente orgánica debido a que los habitantes pescan muy cerca del pueblo y ellos se encargan de sembrar sus frutas y verduras, contribuyendo con la disminución de contaminación.