"Estero de Urías: una tierra sin ley"
MAZATLÁN._ El Estero de Urías parece una tierra sin ley. A sus alrededores, al sur de la ciudad de Mazatlán, lo mismo se pueden encontrar viviendas hechizas a dos metros de las vías del tren, que descarados rellenos para ganarle espacio a las marismas, descargas de aguas negras o escombros arrojados por las propias constructoras.
La situación fue motivo de una denuncia pública y una demanda formal ante la Profepa por parte de Refugio Pesquero y Administración del Parque Bonfil AC, un organismo que busca construir un refugio para más de 600 barcos en esa zona.
El administrador, Francisco Javier Castillo López, responsabiliza directamente al Ayuntamiento de Maza-tlán de permitir y contribuir con las invasiones ilegales.
En un recorrido, Noroeste pudo detectar cómo decenas de construcciones irregulares se han apropiado de la zona federal en los últimos años.
En la Colonia Francisco I. Madero, a unos pasos de la calle Rafael Buelna, se ubican viviendas junto a los manglares y al paso del ferrocarril. Más adelante, en el canal pluvial del mismo asentamiento, decenas de tubos salen de las casas y arrojan sus aguas residuales de forma directa.
"Si están estas personas ahí es porque dan la autorización en el Ayuntamiento; y ¿cuándo las han dado? En los tiempos electorales. Eso es lo más grave. En los tiempos electorales te digo 'sí te lo voy a dar pero vota por mí'; y eso es lo que estoy denunciando, que ya no se permita", expresó el administrador del Parque Bonfil.
Recordó que lleva una década en la promoción del proyecto para el ordenamiento de los muelles pesqueros, y estima que en ese tiempo le han "robado" más de medio kilómetro al estero.
La problemática se repite en las colonias Urías, Casa Redonda, Loma Atravesada, Azteca, Pino Suárez, Quinta Chapalita, Rafael Buelna, las cuales se extienden hacia el cuerpo de agua y avanzan peligrosamente, pues los invasores van agrandando sus propiedades a base de rellenar el sistema estuarino con tierra y materiales de construcción.
Según un levantamiento hecho esta semana por la asociación, se hallaron entre 150 y 200 viviendas irregulares.
En una circular emitida el 29 de mayo, Rebepac solicitó a la Comisión Federal de Electricidad, Jumapam y Gobierno municipal no dar permisos ni introducir servicios en asentamientos irregulares.
Aún así, los medidores de la luz y el agua abundan por toda la orilla del Estero de Urías y colonias aledañas. También calles pavimentadas y canchas deportivas, como el de la calle Roque González, a pesar de que los propios vecinos reconocieron no contar con la propiedad legal de los terrenos.
Castillo López aseguró que estas invasiones se ubican en zona federal y en parte del proyecto de transformación de los muelles pesqueros, por lo que representan un obstáculo al desarrollo.
"Es zona federal y, además, de riesgo, por lo que es una irresponsabilidad que permitan a la gente vivir ahí. El Gobierno municipal debería de reubicarlos de acuerdo a algún programa de vivienda".
Además, acusó Castillo, se detectó que el escombro generado de algunas pavimentaciones está siendo arrojado sin ningún empacho al estero de Urías.
Lo peor es que no sólo los precaristas han ganado terreno al mar. La propia planta de tratamiento de la Colonia Francisco I. Madero ha construido en plena zona federal y le ha quitado al estero más de 200 metros en sus dos etapas.
El Estero de Urías presenta un estado deplorable y la mancha urbana amenaza cada vez más con acabar con este sistema lagunario, que se conecta directamente al canal de navegación y al mar.
La Administración del Parque Bonfil exige una solución, por lo que ya giraron copia de la demanda a la Comisión Nacional del Agua, a la Semarnat y otras dependencias involucradas. Por lo pronto, advirtieron que al iniciar la construcción del refugio pesquero, en el transcurso de seis a diez años, los invasores tendrían que ser desalojados
recinto pesquero
El proyecto de remodelación del Parque Bonfil
Refugio Pesquero y Administración del Parque Bonfil inició actividades apenas en mayo del año pasado, pero se constituyó formalmente en septiembre de 2011. Su objetivo es lograr la transformación del parque industrial Bonfil, que alberga la flota camaronera más importante de América Latina.
Entre sus planes, está el reordenamiento territorial y urbano de toda el área vinculada a la actividad pesquera. Se conforma por unos 120 usuarios de esta zona, armadores, empresas congeladoras, pescadores y otros más.
El proyecto propone transformar el recinto pesquero, incluyendo muelles y área industrial en un lugar digno. Se contemplan tres fases: La construcción de un refugio pesquero; la renovación del drenaje y la creación de un ente emblemático en el acceso principal. El proyecto se encuentra en su etapa de anteproyecto.
