Jorge Papachoris
"El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender".
Plutarco
Mucho se ha dicho sobre la capacidad "infinita" del cerebro humano, hasta se ha asegurado que sólo lo utilizamos un 10 por ciento, que es capaz de la telepatía, la telekinesis y otros brebajes que a la fecha nadie demuestra ni comprueba.
Es mucho lo que se le adjudica y poco lo que se le atiende, en comparación con el resto del cuerpo. El estómago, el hígado y no se diga, el corazón; son atendidos de inmediato ante cualquier muestra de falla. No así el cerebro, que tiene sus propios padecimientos en estas áreas.
Gracias a la aplicación de los últimos avances en electrónica aplicada a la medicina, la Neuro-Ciencia plantea (hasta hoy), que nuestro cerebro sí funciona al 100 por ciento. Aquí la diferencia estribaría en el 100 por ciento que cada quién establece para sí.
El profesor Carlos Álvarez del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional de la Universidad de La Laguna, España; autor del libro La Parapsicología, explica que estas leyendas sobre actividades fantásticas del cerebro y que nadie ha demostrado públicamente, dan pie a explicaciones seudocientíficas y a fraudes. Explica que hoy tenemos "formas de acceder y medir la actividad cerebral a través de la Resonancia Magnética, y por ello resulta absurdo mantener estas ideas".
Estos estudios aclaran que se usa el 100 por cien del cerebro y recuerda que "incluso desde una perspectiva darwiniana, sería absurdo afirmar que sólo usamos el 10 por ciento pues es el órgano que más recursos consume de todo el cuerpo, y no tendría sentido en el proceso evolutivo". Además, en estudios de resonancia magnética se ha comprobado que, hasta para actividades tan simples como observar un cuadro, se activan infinidad de partes cerebrales.
Dentro de estos mitos, se encuentra la creencia de que la hipnosis permite mejorar cualidades como la memoria o que a través de ésta se pueden revivir recuerdos "olvidados" o realizar regresiones hasta de vidas pasadas. "Se sabe que se hipnotizan a personas muy sugestionables y al ser susceptibles, se pueden conducir para obtener los resultados que el hipnotizador quiera, como imaginar que se tienen tres años, etc.; es fácil introducir "recuerdos" en hipnosis a personas así", aunque admite que la hipnosis se puede usar para terapia igual que la relajación, pero sin tener los resultados que se promocionan en programas seudocientíficos". "Creo que el Siglo 21 se considera el siglo del cerebro y queda mucho por descubrir", asegura.
También menciona las jugadas que nos hace el cerebro como los dejà-vu que tienen explicación pues el proceso de las imágenes en el cerebro es tan rápido, que a veces pasa sin que seamos conscientes y nos dan la impresión de estar viviendo algo ya vivido. En las premoniciones, son tantas las cosas que ocurren a cada segundo, que no las registramos duraderamente, pero sí adquieren significado en un segundo momento, nos dan la sensación de ya haberlas percibido. Es cierto, nuestro cerebro sigue siendo un enigma, pero no tanto como se pretende, tal vez para fines monetarios.
Creo que la verdadera claridad se obtiene en lo que Fritz Perls llamó Terapia de la Concentración (hoy Gestalt). El vivir, y por vivir me refiero a sentir lo más pleno posible cada suceso, nos permite registrarlo y darnos cuenta nítidamente de su significado. De lo contrario, como reza un proverbio árabe: "Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego".
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