Ricardo Urquijo
No me lo van a creer, pero un segundo lector que tengo me pidió que escribiera sobre culebras y otros reptiles de la región, así que espero que mi santa madre y un primo que son lectores cautivos no vean esta colaboración porque sino no van a poder dormir esta noche.
Tuve la oportunidad de toparme con esta víbora en el camino a Mármol en una ocasión que fui a ver un juego de ulama a Los Llanitos.
Siempre había escuchado a Sotero y a otros vaqueros hablar acerca de una víbora que teniendo un cuerpo grueso, de repente su cola se hacía delgadita y de distinto color al resto del animal, unos le llamaban sorcuate y otros pichicuate, pero nunca me había tocado verla hasta que don Ángel Escalante sin querer mató una mientras tazpanaba una orilla de monte. Fue todo un acontecimiento, la elusiva serpiente estaba ahí muerta y muchos de nosotros podíamos verla por primera vez y sin correr peligro.
El animal era de color oscuro, entre chocolate y negro, con una especie de anillos punteados de color claro, entre blanco y amarillo, que se repetían a los largo de su cuerpo que de repente se estrechaba en forma dramática al llegar a la cola perdiendo la tonalidad oscura y tornándose del color de los puntos claros. Su cabeza era triangular con los labios delineados en el color claro de los puntos también, en algunas regiones les llaman "Cantil" que en nahuatl significa labios pintados, y los ojos dorados con pupilas verticales.
Dicen los rancheros que a diferencia de las cascabeles, las sorcuates cuando llegan a atacar, porque se sienten acorraladas, en realidad prefieren escaparse si sienten la cercanía del hombre, brincan hacia delante, saltando el doble del largo de su cuerpo; yo les recomiendo que ni lo averigüen, si acaso se topan con una, sáquenle la vuelta y dejen que se vaya.
Estas serpientes viven entre la basura que se acumula en los arroyos, donde hay podredumbre vegetal, se entierran en ella y sacan su cabito de cola y la mueven como si fuera gusano para atraer a sus presas, las cuales cazan ayudadas con su veneno.
No son tan grandes como las cascabeles, las sorcuates pueden llegar a medir hasta un metro.
Tenemos la práctica de matar a cuanta víbora nos encontramos, es porque no nos damos cuenta de que estos animales son necesarios para que exista equilibrio en el reino animal, así que si ven una por ahí, admírenla y dejen que siga su camino, recuerden que está en peligro de extinción, no la molesten que ella nada les hará.
Pero si van de paseo al campo no se pongan en peligro, fíjense por donde caminan y no metan la mano donde no puedan ver que hay.
chanatesytordos@yahoo.com.mx
FICHA TÉCNICA
Nombre común: Sorcuate, Pichicuate, Cantil
Nombre científico: Agkistrodon bilinetaus bilinetaus
Nombre en inglés: Cottonmouth