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"Semillero"

"Forman sacerdotes"

"Ordenarán a tres diáconos como festejo del 49 aniversario de la fundación de Seminario Diocesano de Mazatlán"
06/11/2015 08:01

    Héctor Contreras

    Édgar Cendejas Torres recorría 11 kilómetros en bicicleta para ir a misa los domingos desde su comunidad, en el Ejido Culiacán, a La Cruz. Para él, esa experiencia fue conocer a Dios, e hizo su primera comunión a los 12 años.
    En ese encuentro con Dios se sintió llamado a seguirlo y decidió ingresar al Seminario Diocesano de los Sagrados Corazones de Jesús y de María en Mazatlán.
    A su padre no le pareció la idea porque lo necesitaba en las labores de la siembra.
    "Pegó el grito en el cielo, dijo que no me iba, que tenía que ayudarle?, recuerda Édgar.
    De hecho, al salir de la primaria había dejado de estudiar un año para trabajar en el campo. Pese a todo ingresó al seminario, se las ingenió para ganarse un dinero extra tomando fotos los sábados, sus días libres, cuando estudiaba en el seminario menor y pagar sus libros. Pese a sus limitaciones económicas, tras 12 años en el seminario finalmente verá concretarse su sueño.
    Este 25 de abril será ordenado diácono, un grado previo al sacerdocio, junto con sus compañeros Jaime Gallo y Ramón García.
    Ellos son muestra de los frutos de esta institución de formación sacerdotal, que hoy cumple 49 años de haber sido fundada en Mazatlán y que ha formado 80 sacerdotes.
    Hoy a las 11:00 horas en la Capilla del Seminario Mayor se realizará la ordenación de los nuevos diáconos. Édgar Cendejas es el más joven de los tres seminaristas que será ordenado. Cuenta con 26 años e ingresó al seminario en 1997 como alumno de tercero de secundaria.
    Antes de ser seminarista, supo del trabajo duro en el campo, pero se inclinó por ser seminarista por el ejemplo del Cura Miguel Pimentel, ya fallecido, en La Cruz, Elota.
    Jaime Gallo, de casi 30 años, llegó de Tepatitlán de una familia dedicada al comercio. Y aunque tenía una familia con negocios prósperos, optó por ingresar al Seminario y recibir una formación de más de ocho años en el Seminario Mayor.
    Ramón García, con 33 años, es el mayor de los tres. Originario de Culiacán, inició sus estudios en el seminario de aquella ciudad, pero abandonó sus estudios por problemas de salud durante algún tiempo. Se incorporó a la vida laboral en trabajos de sistemas computacionales, y finalmente decidió retomar sus estudios eclesiásticos en esta Diócesis.
    Según el catecismo de la Iglesia Católica, los diáconos aunque reciben el primer grado sacerdotal, no son sacerdotes.
    La función del diácono es asistir y ayudar a los obispos y pueden servir a sacerdotes por órdenes de aquel en la predicación. Pueden administrar los sacramentos del bautismo y el matrimonio, así como dirigir la administración de las parroquias y otros servicios.
    El significado y sus funciones están presentes desde el inicio de la historia de la Iglesia Católica. La palabra diácono en griego quiere decir "siervo".
    El primer puesto de diáconos en la iglesia se encuentra en Hechos 6:1-4. Los diáconos fueron puestos para ayudar a los apóstoles con ciertas tareas y que éstos se concentraran más a la Palabra de Dios y a la oración.
    La presencia del Obispo es necesario para cualquier ordenación, pues solo él impone las manos.

    Apoyan diáconos a los obispos
    La formación sacerdotal en seminarios tiene en la Iglesia una historia reciente. Se instituyeron en el Concilio de Trento celebrado por etapas, entre 1545 y 1563.
    Las reflexiones del Concilio se preocuparon de un clero que se presentaba frágil intelectual y, en muchos casos, moralmente ante el arremeter del protestantismo alemán, el cual abogaba por un estudio consciente de las escrituras. De esta manera el Concilio decreta la creación y la obligatoriedad de los seminarios sacerdotales en las diócesis, lo cual es confirmado por S.S. Pío IV (1499-1565).
    La formación consistía en una capacitación en la conducción de la liturgia romana con todas las normas establecidas por el Concilio: el uso exclusivo de la lengua latina, un tratamiento hermenéutico de las Escrituras, la administración de sacramentos, el derecho canónico y el canto gregoriano, entre otros.
    Dicha estructura duró hasta la celebración del Concilio Vaticano II, entre los años 1959 y 1965. Con el Decreto sobre el Ministerio y la Vida Sacerdotal, el 7 de diciembre de 1965, y el Decreto sobre la Formación Sacerdotal, 28 de octubre de 1965, se reorganizaron los estudios y la formación en general de las nuevas generaciones de sacerdotes.
    Los estudios en el Seminario Mayor se dividen en filosofía y teología. El programa de estudios suele ser: Ontología, Lógica, Crítica, Teodicea, Ética, Teología fundamental, Biblia, Historia de la Iglesia, Derecho canónico, Teología moral, Liturgia, entre otras.

    Tienen duro inicio
    Actualmente estudian en el Seminario menor 11 alumnos de preparatoria y cuatro alumnos en Curso Introductorio. En el Seminario mayor cursan nueve alumnos en filosofía y 16 en teología.
    Fundado el 25 de abril de 1959, el Seminario Diocesano de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, por el Obispo Miguel García Franco, tuvo un difícil y muy austero inicio. Utilizaban el segundo piso de la casa localizada en la calle Niños Héroes 3 Sur, al centro de Mazatlán. Sólo había un salón de clases, comedor y sala para la capilla, tenía 29 alumnos.
    Monseñor Martín Flores, quien fue rector del Seminario en el periodo 1993-2000, y actual Vicario General de la Diócesis, recuerda que al principio los seminaristas dormían en la Parroquia Cristo Rey y comían en el Sanatorio Mazatlán, hasta que la Diócesis recibió casi en donativo (a un precio muy bajo) el terreno del Rancho San Rafael, de 106 hectáreas.
    Fue en 1960 cuando comenzó la construcción del seminario en el Rancho San Rafael, cerca de la salida norte de la ciudad y mientras se adecuaban, el segundo curso escolar utilizó las actuales instalaciones del Colegio El Sinaloense.
    Para la construcción de las instalaciones había trabajadores, pero los seminaristas literalmente erigieron las dos capillas, los cuartos, y los comedores con el sudor de su frente, ayudaron en el potrero, e incluso durante algún tiempo hicieron pan. El matenimiento del seminario que cuenta ahora con hermosos jardines con palmeras y árboles de eucalipto se logró con el esfuerzo de los cientos de alumnos que pasaron parte de su vida en esa casa de formación.
    Martín Flores menciona que el reto para la naciente Diócesis, hace 50 años, era grande. Contaban con tan sólo 29 sacerdotes diocesanos y siete Sacerdotes religiosos xaverianos.
    Como alumno de las primeras generaciones de sacerdotes en el seminario, les tocó la formación tanto del Concilio de Trento y la del Concilio Vaticano II.
    "Yo creo que tuvimos una formación muy completa, porque ni somos tradicionalistas, como tampoco progresistas, el término medio?, comenta.
    Para el Presbítero Jesús Mota Flores, actual rector del Seminario, la formación ha cambiado desde que la filosofía y la teología se impartía a manera de tesis, que se exponía y refutaba. Con el Concilio Vaticano II los programas de estudios son temáticos, pero hubo una renovación más reciente a raíz de la encíclica Pastores dabo vobis, del Papa Juan Pablo II.
    La formación en el Seminario se divide ahora en áreas espiritual, humana, intelectual y pastoral a cargo de siete profesores de tiempo completo y ocho externos.
    Por el seminario pasaron como rectores, el presbítero Héctor Soto, el presbítero Emilio González, luego el misionero Gustavo Machuca, el misionero Salvador Caraza, el presbítero Filipo Alejandro Delgado, el presbítero Horacio Hernández, el presbítero Martín Flores y el actual rector, el presbítero Jesús Mota Flores.


    LÍNEA DEL TIEMPO
    Desde hace 49 años el Seminario Diocesano de Mazatlán forma sacerdotes.

    1959
    El Seminario Diocesano es fundado el 25 de abril en una casa de la calle Niños Héroes 3 sur, en el Centro

    1960
    El segundo curso del Seminario Diocesano empezó en las instalaciones del Colegio El Sinaloense

    1960
    Inicia la construcción el edificio del Seminario Diocesano en el Rancho San Rafael, donde está hasta la actualidad

    1965
    Se reorganizaron los estudios y la formación en general de las nuevas generaciones de sacerdotes, de acuerdo al Decreto para la Formación Sacerdotal del Concilio Vaticano II

    1992
    Se hace la más reciente renovación de la formación de sacerdotes, de acuerdo a la exhortación Apostólica del Papa Juan Pablo II sobre la formación de los sacerdotes en la situación actual contenida en la Encíclica Pastores dabo vobis

    UBICACIÓN
    El Seminario Diocesano de Mazatlán se encuentra a la salida norte de Mazatlán, en el Ejido El Venadillo, en un predio conocido como Rancho San Rafael.

    "Yo creo que tuvimos una formación muy completa, porque ni somos tradicionalistas, como tampoco progresistas, el término medio?.
    Monseñor Martín Flores
    Rector del Seminario Diocesano 1993-2000